Hola, amigos:
Podéis empezar a escribir sobre el terraplanismo.
El ganador de la semana pasada, dedicada al ayuno intermitente, ha sido:
gpm
Tras la ejecución del prisionero, finalizó el ayuno de la tribu.
He aquí un buen ejemplo de la contundencia narrativa de la concisión, contundencia acompañada de humor negro. El autor lleva el ayuno intermitente a un escenario inquietante: el canibalismo. Y lo hace con esa figura narrativa que tanto elogiamos en este concurso, la elipsis. La elipsis es como un ayuno feliz de información, donde el autor omite una parte crucial del relato para permitir al lector deducir la realidad por sí mismo, estrechando así la conexión entre quien lee y quien escribe. El lector se convierte, así, en un participante activo en la historia, cómplice de su interpretación.
El prisionero ejecutado está destinado a ser el alimento de una tribu que, hasta ese momento, practicaba el ayuno. Sin embargo, nada de esto se dice explícitamente. Ahí reside la gracia de este relato: en el descubrimiento de su significado gracias a una elipsis elocuente. Todo esto no sería posible sin una redacción efectiva, en la que no sobra nada, y sin una organización precisa de los elementos, donde el humor flota como una nube benigna, tocante con lo sarcástico.
Enhorabuena, Gabriel Pérez Martínez, por el excelente relato y por el premio.
Otros micros pudieron haber ganado:
Jeff
Gracias al ayuno de los pacientes que supervisa, la nutricionista puede dar de comer a su familia todos los días.
gpm
Llegaba tarde a casa. Le decía a su esposa que no quería cenar por el ayuno intermitente, pero su secretaria y él seguían engordando.
Rumor
El hombre lobo comía compulsivamente las noches de luna llena.
Saludos cordiales.
Consulta aquí las bases del concurso.