Agencias

"He estado alejada de Instagram por un tiempo. Es porque a mi esposo le diagnosticaron cáncer en diciembre después de haber estado enfermo durante varios meses antes de eso". Así ha comunicado la escritora Siri Hustvedt la enfermedad de su marido, el también escritor Paul Auster, en la red social.

Además de dar la noticia, Hustvedt ha compartido sus reflexiones sobre el cáncer. "Ahora está siendo tratado en Sloan Kettering en Nueva York, y yo he estado viviendo en un lugar que he llegado a llamar Cancerland. Muchas personas han cruzado sus fronteras, ya sea porque están o han estado enfermos o aman a alguien, un padre, hijo, cónyuge o amigo que tiene o ha tenido cáncer. El cáncer es diferente para cada persona que lo tiene. Todos los cuerpos humanos se parecen y no hay dos iguales".

Siri Hustvedt y Paul Auster están casados desde 1982 y viven en Nueva York. Además de ser pareja, son dos de los escritores más importantes de la actualidad. Prueba de ello es que los dos han ganado el Premio Princesa de Asturias de las Letras. Ella lo ganó en 2019, mientras que él lo obtuvo en 2006, cuando aún se llamaba Príncipe de Asturias.

El cáncer de Paul Auster llega poco tiempo después de otro acontecimiento funesto en su vida. En mayo de 2022, su hijo Daniel, de 44 años, fruto de su relación anterior con Lydia Davis, murió por una sobredosis de drogas mientras se encontraba en libertad provisional a causa del fallecimiento de su bebé de diez meses.

Hustvedt, que tiene con Auster una hija de 35 años, la cantautora Sophie Auster, ha compartido una emotiva foto besando a su marido en la frente, tomada en las Navidades de 2020, junto a otras reflexiones sobre el amor de pareja y los cuidados del cáncer: "La intimidad con otra persona no es solo una experiencia paralela, dos líneas que se mueven en la misma dirección pero no se cruzan. Es mucho más como un diagrama de Venn dinámico, si tal cosa es posible, las partes superpuestas de dos círculos siguen moviéndose y cambiando con el tiempo. Un “yo” y un “tú” en movimiento que también es un “nosotros”".

"Creo que sería horrible estar solo en Cancerland. Vivir con alguien que tiene cáncer y está siendo bombardeado con quimioterapia e inmunoterapia es una aventura de cercanía y separación. Uno tiene que estar lo suficientemente cerca para sentir los tratamientos debilitantes casi como si fueran propios y lo suficientemente lejos para ser una ayuda genuina. ¡Demasiada empatía puede hacer que una persona sea inútil! Esta cuerda floja no siempre es fácil de caminar, por supuesto, pero es el verdadero trabajo del amor", concluye su mensaje.