Winston Churchill solía decir que si comenzamos una discusión entre el pasado y el presente “descubriremos que hemos perdido el futuro”. De futuros posibles, sueños perdidos y aventuras inciertas tratan estas tres biografías protagonizadas por tres líderes de izquierdas que encarnaron (o encarnan) las esperanzas de parte del electorado.
El Cultural, que ya se ocupó en su momento de las memorias de José María Aznar (2012), Mariano Rajoy (2019), Felipe González (2014), Alfonso Guerra (2019) o Pablo Iglesias (2022), entre otros, se detiene ahora en tres novedades marcadas por la frustración y la esperanza.
Cinco años después de la muerte de Carme Chacón, su íntima amiga Joana Bonet recorre en Chacón. La mujer que pudo gobernar las peripecias personales y políticas de una mujer “que nació con el corazón al revés” y a la que solo veintidós votos (y Alfredo Pérez Rubalcaba, ganador del 38 Congreso socialista) separaron de convertirse en la primera mujer candidata a la Presidencia del gobierno.
Fue según Bonet “una política tozuda, intrépida, independiente, ambiciosa, tenaz”, que “hizo de la cultura su asidero moral”, porque, para ella “leer era una forma de estar en paz consigo misma y con el mundo”. Bonet desmenuza al detalle su vida, aunque, sin duda, la amistad y la nostalgia dan al libro un tinte casi hagiográfico.
Del mismo defecto adolece Yolanda Díaz. La dama roja. Aunque sus autores han entrevistado a medio centenar de políticos de muy distinto signo, y a los colaboradores, amigos y asesores personales de la ministra más popular del gobierno de coalición, no hay en estas páginas un “pero”, una mácula, un defecto que señalar por insignificante que sea. Todo es a mayor gloria de su protagonista. Desde su relación con su padre, el histórico sindicalista Suso Díaz, o su ingreso en el partido comunista hasta su entrada en el Gobierno como vicepresidenta y ministra de Trabajo.
Mientras espera el resultado del recurso ante el Tribunal Supremo que podría evitar que cumpla los seis años de prisión a los que fue condenado por el caso de los ERE falsos, el expresidente de la Junta de Andalucía José Antonio Griñán ha optado por hacer en Cuando ya nada se espera una suerte de descargo de conciencia y de retrato generacional.
Quizá por eso el libro, en el que resuena insistente la pregunta de si valió la pena tanto esfuerzo y tanto sacrificio, termina en noviembre de 2013, cuando fue condenado. Nacido en los años 40 e hijo de militar, Griñán recorre en estas páginas su geografía íntima desde su infancia y juventud a su trayectoria como militante primero y como ministro de Trabajo y Sanidad después, mientras reflexiona sobre el aznarismo, la política europea o la lucha antiterrorista.