Un porcentaje notable de la superficie textual de Love Song habla de música. No de cualquier clase de música, sino del rock, forma que en el libro adquiere la categoría de expresión artística de poder enajenante y magnitud existencial que cifra las aspiraciones humanas de libertad, trascendencia y plenitud de goce. Tanta fuerza posee esta línea temática que bien podría haber tenido otros tratamientos diferentes al narrativo. Carlos Zanón (Barcelona, 1966) podría haber escrito un ensayo para explicar ese bullente pensamiento e incluso cabría que lo expresara con la subjetividad máxima de la poesía, pues su novela manifiesta a trechos la condensación e intensidad de lo poemático.
Pero no. Lo ha abordado en una novela y en ella desarrolla el asunto a través de unos pocos personajes, de la historia descarnada de tres personajes, dice con inexactitud la cubierta del libro. Son cuatro y no tres. Por una parte, un triángulo amistoso, sin contaminaciones eróticas, el matrimonio formado por Jim y Eilenn y su colega Cowboy. Tres músicos ya maduros, ayer de algún mérito y reconocimiento y ahora meros intérpretes de canciones ajenas y con fantasioso proyecto de disco nuevo, un Love Song que adopta la novela como título. Con el trío va el conductor de la furgoneta con la que se desplazan, Sandino, anterior personaje de Zanón a quien añade aquí otra experiencia profesional.
Sandino tiene semejante peso al trío de músicos, y su caracterización y personalidad hasta los supera. Hay que ver juntos a los cuatro porque sostienen otra línea temática fundamental, la amistad, de tanto peso o mayor que la música. Para mí tengo que el retrato de una fidelidad a toda prueba constituye, por encima del rock, el más valioso aporte de la novela, donde Zanón ofrece afiladas observaciones sobre las relaciones personales.
El retrato de una fidelidad a toda prueba constituye, por encima del rock, el verdadero aporte de la novela
La trama argumental presenta al cuarteto a lo largo de un periplo estival por la costa mediterránea en el que los músicos actuarán en campings. Soledad, fracaso, deterioro físico y mental, complicaciones emocionales, alcohol y droga abundantes, peligros y decisiones temerarias se encadenan en el viaje, más algún pasaje de subida violencia de brillante ejecución. De ello resulta un retrato muy duro del desnortamiento del grupo en lucha con una pasión vital fuerte, en verdad arrebatadora. Recrea muy bien el autor esa pulsión enloquecida por apresar el presente cuando se sabe que en el futuro solo espera un completo desastre.
Love Song responde a una construcción narrativa tradicional. En última instancia el autor hace un relato de viajes costumbrista adosado a una narración de aventuras y psicologista. El comienzo resulta premioso por la acumulación de noticias cuyo sentido tarda en esclarecerse. Entonces sí, la historia avanza a ritmo vivaz. Pero la mayor deficiencia está en el gusto de Zanón por escribir frases sentenciosas y solemnes. El exceso de trascendentalismo resta verdad literaria a la dura y amarga historia de un grupo de derrotados sin redención posible.