Tanta gente, Mariana es un libro que exhala el aroma de otro tiempo. Contiene una colección de relatos primorosamente traducidos por Regina López Muñoz y tratados con mimo por Errata naturae. Su autora, Maria Judite de Carvalho (Lisboa, 1921-1998), una escritora conocida solo en círculos selectos que publicó numerosos repertorios de cuentos, crónicas, novelas y poemarios, fue premiada con galardones prestigiosos en su país y trabajó como redactora del Diário de Lisboa, Eva y O Jornal.
Exiliada con su marido —el también escritor Urbano Tavares Rodrigues— primero en Montpellier y más tarde en París, De Carvalho comenzó su carrera literaria a su regreso a Portugal en 1959, año en el que originariamente salió a la luz el trabajo que nos ocupa.
Tanta gente, Mariana reúne ocho relatos, aunque el primero, que da título a todo el conjunto, podría considerarse una novela corta. En la obra se descubre la naturalidad de un devenir lento, estructurado y lleno de prejuicios que ya no existe. Carvalho dibuja una realidad que estimaba la buena reputación de la gente, aunque fuera falsa, y que aceptaba el despido del trabajo de una madre soltera cuando se conocía su estado. Asimismo, bosqueja un tiempo en el que se valoraba más la amistad en abstracto que el trato con los amigos, y una circunstancia vital en la que mujeres y hombres soportaban larguísimos matrimonios sin ilusión –a veces aderezados con infidelidades– porque habían prometido estar juntos hasta la muerte.
La autora, sin embargo, consigue burlar ese statu quo contra el que se rebela al crear personajes inconformistas —sobre todo femeninos— que se alzarán contra las reglas que el orden burgués había concebido para ellos. En eso radica su modernidad y el asombro que provocan sus anécdotas iconoclastas.
Estos relatos recrean una realidad llena de prejuicios donde personajes inconformistas se rebelan contra el orden burgués
La obra está formada por relatos aparentemente sencillos en los que abundan las elipsis, narraciones favorecidas con el don de la sugerencia que en ocasiones deriva hacia una meditada ambigüedad. Las historias se organizan en torno a individuos desvaídos que abordan la vida desde la tristeza, la pesadumbre y el silencio; de hombres y mujeres solitarios, cansados de vivir e incapaces de adaptarse; de perdedores que arrastran un secreto, una tribulación que carga su alma, un dolor que se transforma en melancolía.
Son personajes con mala suerte en el amor, gente que no elige su vida y que está a merced de las circunstancias; funcionarios de banca, amas de casa, muchachas forzadas en la adolescencia, ancianas puritanas que esconden un doble fondo vital, sujetos que se mienten a sí mismos. Tanta gente, Mariana, en definitiva, compone un acervo de narraciones intimistas que transmiten el dolor de vivir.