Tras pasar por distintas escuelas y talleres de escritura, David Núñez Casallo (Madrid, 1975) debuta en la narrativa con Champán de quemar, un libro de once relatos protagonizados por personajes abocados al fracaso, derrotados por la vida, el arrepentimiento o el desamor. Así, en el relato que abre el volumen y que da las claves del conjunto de la obra, “Fuego y gasolina”, encontramos en una gasolinera en medio de la nada a un puñado de perdedores como Duarte, jugador y ladrón que acaba de apostarse el pazo familiar en una mala partida; a Yago, huido del hogar tutelado en el que vive junto a su madre, que se ha fugado de la prisión, y a Graciela, dependienta del local y víctima de un mal amor.
En la estela de los relatos cotidianos y oscuros de Raymond Carver, John Cheever o Ignacio Ferrando, pero sin la magia barroca de una Mónica Ojeda, ni el retorcido humor de Mariana Enriquez o Cristina Morales, el autor despliega todo un muestrario de situaciones siniestras y fracasos, sin que en ningún caso sea posible el final feliz, aunque en algunos (“Pompas de jabón”) asome un pellizco de ironía desesperada. Que la vida iba en serio David Núñez Casallo lo tiene tan interiorizado que cada una de sus páginas lo proclama de la manera más terrible, con un singular dominio de las tramas.