El periodista, editor, divulgador y novelista Jorge Martínez Reverte ha fallecido este miércoles a los 72 años en el hospital Fundación Jiménez Díaz de Madrid por un carcinoma, según informa El País, periódico en el que colaboraba desde 1980 y en el que escribió hace dos semanas su última columna. En 2014 había sufrido un ictus que le dejó inmovilizado, experiencia que inmortalizo en el libro Inútilmente guapo. Mi batalla contra el ictus.
Nacido en Madrid en 1948, hijo del periodista Jesús Martínez Tessier y hermano del escritor y periodista Javier Reverte -fallecido el año pasado-, Jorge Martínez Reverte estudio Ciencias Físicas y Periodismo y fue hacía esta última disciplina a la que encaminó sus pasos. A lo largo de su trayectoria profesional colaboró en la agencia Pyresa; en revistas como Cambio 16, Posible, Ciudadano, La Calle, Zona Abierta o Mayo, en la que ejerció de director; en emisoras de radio como Radio Nacional de España, Onda Madrid o Canal Sur, y periódicos como El País, El Sol y El Periódico de Catalunya.
A comienzos de la restauración democrática en España, Reverte alumbró un personaje de novela negra, el periodista Julio Gálvez, para indagar en la problemática contemporánea fuera de la desacreditada novela social y de la vieja narrativa decimonónica. Fue un acierto oportuno porque la profesión de Gálvez facilitaba la verosimilitud de la denuncia, ya que un periodista asume con naturalidad la función de destapar los asuntos más turbios que el poder político o económico tapan, y puede analizar la cara oculta de la realidad. Gálvez cumplía bien ese cometido y a lo largo de las aventuras que protagonizó, que fueron siete, se desempeñó como un intérprete de la España finisecular implicado y lúcido.
También encontró Reverte en la historia el hueco que no han querido o sabido llenar los historiadores profesionales, haciendo una tarea básicamente de divulgación -pero también de investigación- dirigida siempre al gran público. Una labor seria y atractiva al mismo tiempo, que se vio justamente recompensada con el éxito de ventas y el reconocimiento de la crítica y que alcanzó sus cotas más elevadas con la trilogía bélica de la guerra civil española: La batalla del Ebro, La batalla de Madrid y La caída de Cataluña (publicados entre 2003 y 2006). Trató luego la huelga minera asturiana de 1962 -La furia y el silencio (2008)-, renovando la adormecida historia del movimiento obrero como antes había reactivado la historia militar.
También escribió novelas, como Guerreros y traidores, e investigaciones, como La matanza de Atocha, en la que reconstruía el asesinato en Madrid de los abogados laboralistas en 1979, escrito junto a su hermana Isabel. En 2008 ganó el premio Ortega y Gasset de periodismo por un valiente artículo sobre la eutanasia en el que confesaba que ayudó a morir a su madre. En abril se publicará, de manera póstuma, su último libro: El vuelo de los buitres (Galaxia Gutenberg), en el que aborda el desastre de Annual y la Guerra del Rif.