“Respaldado por un formidable arsenal de cultura, Francisco Rodríguez Adrados ha derramado en el periódico sabiduría y sentido de la actualidad”, escribía Luis María Anson en estas mismas páginas con motivo de la publicación de un recopilatorio de artículos del académico, filólogo y helenista, que ha fallecido esta misma mañana en Madrid a los 98 años. Ha sido precisamente la RAE, donde ocupaba la silla “d”, la que ha se ha hecho eco de la noticia en un comunicado en el que su director, Santiago Muñoz Machado, expresa, en nombre de la corporación, su pesar por la gran pérdida que supone el fallecimiento de Rodríguez Adrados, “intelectual y humanista con proyección universal, autor de referencia en todo el mundo en las disciplinas que ha cultivado y académico admirable que ha participado muy activamente en los trabajos de la RAE durante treinta años”.
Nacido en Salamanca el 29 de marzo de 1922, Rodríguez Adrados se licenció en Filología Clásica en 1944 por la universidad de su ciudad y se doctoró en Madrid dos años después, llegando a ser catedrático de Griego del Instituto Cardenal Cisneros de Madrid, de la Universidad de Barcelona y de la Universidad Complutense. Asimismo, fue autor de una extensa bibliografía sobre lingüística indoeuropea, griega e india, y sobre teoría general de la historia, ha editado y traducido al español la obra de numerosas clásicos griegos y sánscritos. Elegido académico en junio de 1990, su ingreso en la RAE se produjo en 1991 con la lectura del discurso titulado Alabanza y vituperio de la lengua.
Estudioso del humanismo, la literatura y especialmente de la Grecia clásica, su bibliografía abarca investigaciones y traducciones sobre la literatura y la lingüística griega, latina e india, así como sobre teoría general de la historia. Entre ellas destacan de entre las más recientes, De nuestras lenguas y nuestras letras (Visor, 2003), El reloj de la historia (Ariel, 2006), Homo sapiens, Grecia antigua y mundo moderno (2006) y El río de la literatura. De Sumeria y Homero a Shakespeare y Cervantes (2012). También ha sido articulista habitual en distintos medios de comunicación. En 2014 publicó dos volúmenes que recogen algunos de estos artículos: De Historia, Política y Sociedad, y De lengua española, humanidades y enseñanza.
Doctor honoris causa por las universidades de Salamanca, San Pablo CEU (Madrid) y Panamá, y académico de número de la Real Academia de la Historia, Francisco Rodríguez Adrados es, asimismo, miembro de la Academia Argentina de Letras y de la Academia de Atenas, presidente de honor de la Sociedad Española de Estudios Clásicos, ha sido director de la revista Emerita y director de honor de la Revista Española de Lingüística. También ha estado al frente del Diccionario griego-español y de la colección Alma Mater de clásicos griegos y latinos.
Precisamente por dirigir para el CISC el proyecto de elaboración de ese diccionario de griego clásico y medieval, el mayor proyecto lexicográfico de un diccionario griego-español, recibió el Premio de la Fundación Aristóteles Onassis en Atenas en 1989, al que suma otros como el Premio Castilla y León de Humanidades (1997), la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio (1998), el Premio Menéndez Pidal de Investigación en Humanidades (1988), el Premio González-Ruano de Periodismo (2004), el Premio Nacional de Traducción (2005), el Premio de Investigación de la Comunidad de Madrid (2007) y el Premio Nacional de las Letras 2012, colofón a una brillante carrera.