Jean Daniel, nombre clave del periodismo francés durante la segunda mitad del siglo XX, ha fallecido a los 99 años, según ha informado hoy mismo la publicación que el mismo creó: 'Nouvel Observateur', el semanario de actualidad e información general con mayor tirada en Francia. Daniel, también escritor y una de las voces más destacadas de la izquierda francesa, dirigió la revista desde su creación en 1964 hasta 2008, cuando pasó a ser uno más de los prestigiosos columnistas que llenaban sus páginas.
De familia judía, Daniel era el undécimo hijo de un fabricante de harina de Blida, la ciudad argelina donde nació. Comenzó los estudios en el continente africano, pero a causa de la Segunda Guerra Mundial los acabó en París, donde obtuvo la licenciatura en filosofía por La Sorbona. Enrolado en las Fuerzas francesas libres, fue sargento mayor en la división Lecler, participando durante la Segunda Guerra Mundial en las campañas de Normandía, de París y de Alsacia, y llegando a ser reconocido con la Cruz de Guerra.
Durante un corto período de tiempo fue miembro de un gabinete ministerial en 1946, pero enseguida comenzó su actividad periodística fundando la revista cultural Caliban, apadrinada por Albert Camus. Tras probar en la enseñanza y publicar la novela l'Erreur, Daniel decidió dedicarse en exclusiva al periodismo, siendo corresponsal de prensa de 1957 a 1962 para el semanario estadounidense The New Republic. En L'Express cubrió la guerra de Argelia, siendo muy crítico con la causa de la Argelia francesa. Cuando la política del general De Gaulle, que había regresado a la política el 13 de mayo de 1958, apostó por la independencia argelina, Jean Daniel se situó resueltamente entre los sostenes del presidente francés.
El 24 de octubre de 1963 se entrevistó con John Kennedy para trasladar un recado al máximo líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro: era posible la coexistencia pacífica entre los dos países. Si Cuba dejaba de apoyar los movimientos revolucionarios del continente, Estados Unidos levantaría el bloqueo económico. "Salí de la Oficina Oval de la Casa Blanca con la impresión de que yo era un mensajero de la paz. Yo estaba convencido de que Kennedy quería un acercamiento, quería que yo regresara y le dijera que Castro deseaba un acercamient", aseguró Daniel años después a la televisión.
Tras colaborar durante un tiempo en la redacción de Le Monde, ayudaría en 1964 a Claude Perdriel y Gilles Martinet a transformación el France-Observateur en Le Nouvel Observateur, "la revista semanal de la 'segunda izquierda' y las principales luchas sociales: legalización del aborto, derechos de los homosexuales, racismo...", tal y como se autodefine el semanario en su sitio en internet. Co-fundador del ese semanario junto a André Gorz, se convierte en redactor-jefe en 1965 y en director en 1978. Ha sido durante un tiempo miembro del Consejo Superior de la Agencia France-Presse (AFP), miembro del Consejo de Administración del Grand Louvre y miembro del Comité Consultivo Nacional de Ética. En el año 2004, fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.3
Durante tantos años como periodista entrevistó, terció tragos y lidió con todos los grandes intelectuales franceses e internacionales: Malraux, Camus, Sartre, Foucault, Octavio Paz, Lévi-Strauss, Solzhenitsyn, Jorge Semprún… Y lo contó en el libro Los míos (Galaxia Gutenberg), una galería de retratos que era al tiempo una celebración vital de un carácter y un destino.