Referente literario indiscutible en lengua vasca, algo de lo que, según sus palabras, careció por completo su generación, Bernardo Atxaga ha sido galardonada hoy con el Premio Nacional de las Letras Españolas que concede el Ministerio de Cultura, que distingue el conjunto de la labor literaria, en cualquiera de las lenguas españolas, de un autor español, cuya obra esté considerada como parte integrante del conjunto de la literatura española actual. Dotado con 40.000 euros, el jurado le ha otorgado este reconocimiento por "su contribución fundamental a la modernización y a la proyección internacional de las lenguas vasca y castellana, a través de una narrativa impregnada de poesía en la que ha combinado de una manera brillante realidad y ficción".
Joseba Irazu Garmendia (Asteasu, Gipuzkoa, 1951), nombre real del seudónimo literario de Bernardo Atxaga, estudió Ciencias Económicas en la Universidad de Bilbao y Filosofía y Letras en la Universidad de Barcelona. Desde 2006 es miembro de la Real Academia de la Lengua Vasca/Euskaltzaindia y desde 2010 de Jakiunde/Academia de las Ciencias, de las Artes y de las Letras. En referencia a su lengua de escritura, Atzaga comentaba en esta entrevista con El Cultural que "no se sabe si el euskera saldrá adelante, ya que muchas palabras antiguas desaparecen como copos. también hay una equivalencia simbólica en la caja de cerillas y en la urna".
El próximo 6 de febrero de 2020, el escritor, maestro en la creación de territorios y personajes emblemáticos, publicará en Alfaguara una nueva novela, Casas y tumbas, una historia de amistad vertebrada por el amor a la naturaleza y la amenaza de la muerte. En ella, dos amigos de la infancia crecidos en un pueblo del País Vasco y compañeros de la mili en El Pardo en la época justo anterior a la Transición recuerdan hoy ya adultos y con el peso de toda su existencia a la espalda, varias décadas de la historia de España entre Madrid, el País Vasco y el sur de Francia. "No es más que la vida, que transcurre entre dificultades como hilos de agua entre las piedras", afirman desde la editorial.
Atxaga comenzó a escribir cuentos en euskera unido a los movimientos literarios de vanguardia de Euskadi de finales de los 70. El primero, Borobila eta puntua se publicó en 1972, junto con las obras de otros autores vascos, en el volumen Euskal Literatura-72, dirigido por el poeta Gabriel Aresti. Sin embargo, es un autor que cultiva todos los géneros: novela, poesía, teatro, ensayo, y aunque la mayor parte de su obra, escrita y publicada en euskera, puede leerse en 32 lenguas.
Su cuento Camilo Lizardi erretorejaunarenetxeanaurkitutakogutunarenazalpena (Exposición de la carta del canónigo Lizardi), Premio Ciudad de San Sebastián fue donde el escritor exploró por primera vez el territorio legendario de Obaba. Allí se sitúan algunas de sus narraciones más conocidas, como Sugeaktxoriaribegiratzendionean (Cuando la serpiente mira al pájaro) (1984), Bi letter (Dos letter) (1984) y la novela Bi anai (Dos hermanos) (Premio de la Crítica, 1985).
Y especialmente Obabakoak (1988), la obra que más fama y reconocimiento le ha aportado, que nuestra crítica Care Santos definió como "una muy bien urdida colección de historias que hablan de un territorio imaginario pero fácilmente identificable como el País Vasco, y de sus gentes, en las que lo rural es trasunto común, junto con lo metaliterario y un peculiar realismo mágico". Traducida a 26 idiomas, ha sido galardonada con el Premio de la Crítica, el Premio Euskadi, el Premio Nacional de Narrativa y el Premio Millepages de París, quedó también finalista en el EuropeanLiteraryAward. Además fue adaptada al cine por Montxo Armendáriz y vivió un adaptación teatral coincidiendo con su 25º aniversario.
Posteriormente ha publicado otras novelas como Gizonaberebakardadean (El hombre solo) (Premio Euskadi de Plata en euskera y Premio de la Crítica 1993), Zeruhoriek (Esos cielos) (1995), Soinujolearensemea (El hijo del acordeonista) (Premio de la Crítica de la Feria del Libro de Bilbao, Premio GrinzaneCavour y Premio Mondello 2004), ZazpietxeFrantzian (Siete casas en Francia) (2009) y Nevadakoegunak (Días de Nevada) (Premio Euskadi y Premio de la Crítica 2013), definida por Ricardo Senabre en estas páginas como "una buena muestra de la fidelidad del autor a unos principios y a una técnica narrativa que culminaron en aquella memorable reconstrucción artística de una pequeña comunidad vasca".
Entre sus ensayos destacan Lekuak (Lugares) (2005) o Markak. Gernika 1937 (Marcas. Gernika 1937) (2007), obra en la que recoge reflexiones acerca del bombardeo nazi sobre la villa foral.
Como voz autorizada en el País Vasco, Atxaga también se ha pronunciado sobre el terrorismo, llegando a afirmar que "la situación por la que ha pasado mi generación no permitía recursos como el humor, imposible hasta que no ha parado ETA". Sin embargo, el escritor también ha afirmado en los últimos años que "debe haber un momento para recordar y otro para olvidar. No es una cuestión que tenga clara del todo pero siempre pienso que respecto a la gente joven la cinta se tiene que cortar, no puedes echar el fardo de tu vida a las espaldas de otras generaciones".
El jurado ha estado presidido por Carlos Alberdi Alonso, director del Gabinete del ministro de Cultura, y como vicepresidenta ha actuado Begoña Cerro Prada, subdirectora general de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas. Como vocales han actuado: a propuesta dela Real Academia Gallega/Real Academia Galega, Ramón Villares Paz; por la Real Academia de la Lengua Vasca/Euskaltzaindia; María AitzpeaGoenaga Mendiola; por el Instituto de Estudios Catalanes/Institutd'EstudisCatalans, Carles Duarte i Montserrat; por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), María Teresa Echenique Elizondo; por la Asociación Colegial de Escritores de España (ACE), Manuel Rico Rego; por la Asociación Española de Críticos Literarios, José María Pozuelo Yvancos; por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Alicia García de Francisco; por el Centro de Estudios de Género de la UNED, Ana Isabel Luaces Gutiérrez; y a propuesta del ministro de Cultura, Juan Antonio Masoliver Ródenas.