Hace apenas tres años que el festival de poesía visual dirigido por Carmen Berasategui le echó el lazo al verso por primera vez. NUDO, así se llamó. Como aquel que evita que nos rompamos del todo, que nos separemos o que nos caigamos al vacío. Que aprieta fuerte pero se desliza, como la palabra, libre ante el poema. Un encuentro. Un vínculo insospechado, el de la idea, la imagen y las personas, que, lejos de deshacerse, ha ido ampliando el lazo. Hay quien piensa que, a partir de una tercera edición, es cuando los festivales van tomando forma. Lejos de unos primeros pasos más dubitativos, es este el principio de una constatación. Y NUDO, como la poesía, crece. Una sede más y un programa ambicioso que duplica los días de tres a seis confirman que, a pesar de seguir buscando fuentes de financiación, el festival se encuentra en buen momento. “La poesía visual sigue sumando adeptos -reflexiona su directora-, a pesar de que la gran mayoría de la población ignore qué es exactamente. Es un género que llama mucho la atención y contagia el interés de gente que viene del diseño gráfico, ilustración y fotografía”. Solo en Cataluña, también por la gran influencia de Joan Brossa, hay “muchísimos poetas visuales cuya obra es interesantísima y que empiezan a ser mediáticos”. Uno de ellos es Manuel Moranta que presentará hoy mismo su libro de poesía visual Te amordido un perro (Trampa ediciones). “Esa apuesta por este género por parte de una editorial seria antes era impensable”, matiza Berasategui. Junto a él, la tercera edición de NUDO arranca además hoy en Barcelona con la inauguración de la exposición Caligrama, la odisea de la letra. La muestra que conmemora los cien años de la muerte de Guillaume Apollinaire, en la que 24 poetas visuales realizarán su propia interpretación de ese “acto de escribir con belleza”, es uno de los platos fuertes de este programa que permanece fiel a su espíritu de añadir un componente escénico a los recitales de poesía. Si sobre el escenario del centro Miscelanea ya se subieron en la edición anterior María Sánchez y Luna Miguel a recitar junto a una actuación de pintura en vivo, en esta ocasión es el turno de Andrés Neuman. Lo hará el sábado (6 de abril) con un recital panorámico de su obra, acompañado de una performance artística. “Estos espectáculos no se volverán a ver fuera de NUDO -sostiene su directora-. Y nuestra evolución va marcada con esa tendencia, la de ofrecer una experiencia visual que enriquezca la palabra”.
El dúo OVERture durante una fusión experimental de música, poesía y performance
Una feria poética y varias exposiciones
Además, las exposiciones y una feria poética conforman el cartel de esta edición que no para de crecer. “Uno de los fines de NUDO es tejer red entre poetas y gente aficionada a la poesía y las artes visuales”, explica Carmen Berasategui. Con esta vocación surge Nudos y desnudos. Mercadillo insaciable de poesía (6 de abril, en Pati Limona). Una “pequeña feria” donde las editoriales, poetas o artistas puedan mostrar sus publicaciones, objetos e inventos al público en general y especializado. “Creo que actualmente las ferias locales cumplen con ese papel de escaparate para muchos creadores que están en sus casas o talleres creando como hormiguitas y que, aparte de la difusión en redes sociales, difícilmente sale a la calle a mostrar al mundo su obra, sean juegos experimentales literarios o inventos poéticos en un frasco o libritos de poemas con fotografía. Así conocí por ejemplo el trabajo de Proyecto Genoma Poético o Lemotbulle, para mí ambos objeto de inspiración y admiración”, señala. Exposiciones como la de Caligrama, la odisea de la letra o la que tendrá lugar del 18 al 24 mayo, inspirada en el dibujofrase de Moranta compuesto por decenas de rayas cruzados titulado El corazón es una tabla de cortar. Allí, Berasategui vio la alegoría inmediatamente. “La alegoría de una vida -señala-, de una experiencia vital y emocional representada a través de los cortes, los trazos, la huella dejada en esa tabla de cortar. Me pareció muy interesante, y desde luego, divertido, lanzar esa propuesta a ver qué presentaba la gente (convocatoria abierta), acompañando la tabla con una historia”. Su entusiasmo, no obstante, no se vio reflejado en el nivel de participación. “Yo pretendía inundar un espacio con unas 200 tablas de cortar representando simbólicamente 200 historias vitales. Creo que la gente no lo entendió, o que no supimos transmitirlo correctamente -confiesa-. De todos modos, la exposición con las cerca de 30 tablas de cortar recibidas sí se realizará en la fabulosa Fabra i Coats”.Neuman. Foto: Antonia Urbano
Otra de las novedades de esta edición es que pasa de ser un festival gratuito, "insostenible a todas luces", a cobrar entrada para los espectáculos en directo. "Lamentablemente continúo sin apoyos económicos", tercia su organizadora que ya el año pasado solició una subvención al Ajuntament de Barcelona y espera tener mejor suerte en este ejercicio. "La búsqueda de patrocinadores es ardua y desesperante pues, a pesar de que todas las empresas se interesan enormemente en el proyecto, cuando mencionas que lo que necesitas es dinero, no hay modo. En el mejor de los casos colaboran contigo ofreciéndote productos o servicios, lo cual es un desahogo también, ya que evitas al menos gastar más. Este año colaboramos con Casa Amèrica Catalunya y el Instituto Vasco Etxepare, con el laboratorio fotográfico Còpialab, la papelería Raima y el blog cultural Blisstopic". Mientras tanto, y al margen de las cuestiones económicas, NUDO, a pesar de ser un festival humilde en recursos y que aboga por la poesía y las artes visuales en pequeño formato, está consiguiendo cierta reputación a nivel nacional gracias a un diseño muy cuidado, a una programación fina y a mimar mucho a todo aquel que viene, explica. "La atmósfera es muy familiar, siempre buscamos que reine el amor a la palabra y la belleza y que se respire mucha hermandad y buen rollo", concluye. @mailouti