Ramón del Valle-Inclán. Foto cedida por Javier del Valle-Inclán Alsina

Cuatro millares de libros de la biblioteca personal de Ramón del Valle-Inclán, seiscientos de ellos con dedicatorias manuscritas de sus autores, se suman este martes al legado del creador del esperpento literario que custodia la Universidad de Santiago de Compostela. En un acto presidido por el rector, Juan Viaño, se hará oficial la entrega por parte de los herederos, en la que también se incluye una colección de fotografías y programas de mano de estrenos teatrales de las obras de Valle-Inclán dentro y fuera de España, así como la colección de recortes de prensa relacionados con el autor, formada por más de 200 volúmenes encuadernados, que recopiló desde 1936 hasta 2002 Carlos del Valle-Inclán Blanco, el hijo del escritor más implicado en la conservación y difusión de su legado.



El nieto e hijo de ambos, Javier del Valle-Inclán Alsina, es uno de los tres herederos que han acordado depositar este legado en la USC. Para él, además del interés que tiene toda biblioteca de escritor para rastrear sus influencias, destacan los más de 630 ejemplares de títulos dedicados y enviados por sus autores a Valle-Inclán y su esposa, Josefina Blanco. Entre ellos figuran autores como Rubén Darío, Pío y Ricardo Baroja, Gregorio Marañón, Ramón Pérez de Ayala, Margarita Nelken, Gabriel Alomar y Rodolfo Llopis, y de otras nacionalidades, "sobre todo muchos poetas y especialmente latinoamericanos": además de Darío, los venezolanos Horacio y Rufino Blanco Fombona, el guatemalteco Enrique Gómez Carrillo, los argentinos Roberto Levillier y Fausto Burgos o la uruguaya Delmira Agustini.



Valle-Inclán recibía tantos libros que muchos de ellos, reconoce su nieto, permanecen intonsos, es decir, con las páginas sin separar. Tampoco acostumbraba a subrayar ni hacer anotaciones que puedan revelar sus hábitos de lectura. No obstante, de los que tienen más marcas de uso, Javier del Valle-Inclán destaca una biografía de Bakunin que usó para documentarse mientras escribía El trono dorado, su última novela, inconclusa y publicada póstumamente por entregas en el diario Ahora. El revolucionario ruso, uno de los padres del anarquismo, apareció también en otra obra de Valle-Inclán, Baza de espadas, última parte de la trilogía El ruedo ibérico.



El nuevo depósito que ahora se presenta no añade material autógrafo de Valle-Inclán a los manuscritos que ya posee la USC, pero en opinión de su nieto arroja luz sobre su vida y el desempeño del oficio de escritor, a través documentos que registran su relación con las editoriales, las imprentas y otros autores, así como documentos genealógicos.



Expertos en Valle-Inclán

Desde el punto de vista académico e investigador, este nuevo depósito concedido por los herederos del escritor gallego tiene como principales beneficiarios a la Cátedra Valle-Inclán y el Grupo de Investigación Valle-Inclán (GIVIUS) de la USC. "Estamos convencidos de que este nuevo depósito abrirá nuevas e interesantes líneas de investigación", señala Javier del Valle-Inclán.



En 2008, los herederos de Valle-Inclán dieron a los investigadores del GIVIUS acceso a la totalidad del legado manuscrito del escritor en versión digitalizada: 5.000 páginas autógrafas entre las que había obras inéditas (como el fragmento Sevilla, que publicó El Cultural), además de dibujos y 700 cartas (una de las más emotivas, dirigida a su hijo Carlos en 1931, publicada también en esta revista) para su estudio y publicación en formato facsímil. Un año después la USC y los herederos del autor firmaron un nuevo acuerdo para el depósito en la universidad de los documentos originales. Además, una amplia selección de las obras de Valle-Inclán, utilizando la última edición en vida del autor, están disponibles para consulta en PDF a través de un portal web de la Cátedra Valle-Inclán creado en colaboración con la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.



El GIVIUS tiene su origen en el grupo de investigación La obra literaria de Valle-Inclán: estudios y ediciones, creado en 1988 y dirigido entonces por el catedrático de Literatura Española Luis Iglesias Feijoo. Para dar un marco de integración y apoyo a su labor investigadora, se creó catorce años más tarde la Cátedra de Extensión Cultural Valle-Inclán de la USC, mediante un convenio que suscribió con el Ayuntamiento de Santiago el entonces rector de la universidad, Darío Villanueva, hoy director de la Real Academia Española. Se pusieron en marcha un seminario permanente donde expertos en Valle-Inclán debaten y trabajan sobre cuestiones relativas a la figura y la obra del autor, así como una Biblioteca de la Cátedra Valle-Inclán, que edita facsímiles de las obras manuscritas (como el inédito Cuaderno de Francia, escrito por Valle-Inclán durante una visita a los campos de batalla galos durante la Primera Guerra Mundial y publicado en 2016) y cuadernos de dirección de escena de las obras teatrales del autor, así como monografías sobre Valle-Inclán escritas por estudiosos.



En el nuevo acuerdo han participado, por parte de la familia, tres de los herederos de Valle-Inclán (hijos de Carlos del Valle-Inclán); y por parte de la universidad, la Biblioteca Xeral de la USC, que albergará los ejemplares y documentos en depósito; y Margarita Santos Zas, directora de la cátedra y del grupo de investigación dedicados al estudio de Valle-Inclán. La docente ha dedicado su carrera investigadora al autor de Luces de Bohemia desde 1994, cuando ingresó en el proyecto dirigido por Iglesias Feijoo.



Pros y contras del dominio público

En 2016, ochenta años después de la muerte de Valle-Inclán, sus obras pasaron a dominio público. "Durante muchos años nuestro padre gestionó los derechos de autor de Ramón del Valle-Inclán y consideró que su obligación era poner sus obras a disposición del público, en ediciones económicas y fiables. Desde que las obras han entrado en dominio público, esa tarea ya no nos incumbe en exclusiva. Hoy Valle-Inclán está más presente en las librerías, pero buena parte de esas ediciones carecen de criterio y presentan errores, especialmente las digitales". Por eso, ahora que cualquiera puede editar a Valle-Inclán sin pagar derechos de autor a la familia y, por tanto, al margen de su supervisión, Javier del Valle-Inclán considera más necesaria que nunca la labor del grupo de expertos de la USC. "El Grupo de Investigación y la Cátedra Valle-Inclán desempeñan una labor fundamental. Ahora que las obras han entrado en dominio público, son y serán los encargados de fijar el Valle-Inclán canónico", opina. "Son los responsables de las obras completas de Valle-Inclán en la editorial Castro en una magnífica edición, cómoda, seria y que elimina errores anteriores. Cualquiera que quiera profundizar en la obra de Valle-Inclán debe pasar por esas obras completas y estar atento a las investigaciones de este grupo académico".