Viñetas de La muerte de Guernica, de José Pablo García sobre la obra de Paul Preston
Lee aquí el comienzo de La muerte de Guernica
Así comenzó la masacre, que duró más de tres interminables horas, según la crónica de George Steer, corresponsal del diario británico The Times que llegó por la noche a la villa y tomó declaración a los supervivientes hasta la mañana siguiente entre llamas y escombros. El informe de Steer, además de ser más completo que el de otros corresponsales extranjeros, anunció el nacimiento de un nuevo tipo de táctica militar: la guerra total, en la que se atacan objetivos civiles sin interés estratégico solo para minar la moral del enemigo. Su testimonio, que encendió la indignación de la comunidad internacional, es una de las fuentes principales empleadas por Paul Preston en La muerte de Guernica. En 2012, con motivo del 75.° aniversario del ataque a la localidad guipuzcoana, el conocido hispanista expuso los hechos, sus antecedentes y sus consecuencias en este breve ensayo en formato digital que ahora ha sido adaptado al cómic por el dibujante José Pablo García por encargo de la editorial Debate, cuando se cumplen, esta vez, 80 años de la matanza.
Este proyecto da continuidad a la colaboración entre Preston y García que comenzó el año pasado con la versión en viñetas de La Guerra Civil española, una obra mucho más extensa que resume los principales acontecimientos de la contienda fratricida y las claves políticas y sociales que la explican. Esta segunda entrega mantiene el tono y estilo de la anterior: el placer estético que provocan el trazo y los tonos azul pastel de la propuesta gráfica -rojizos en el primer libro- y el enfoque analítico propio del ensayo homónimo en el que se basa La muerte en Guernica no restan dramatismo a unos hechos tan terribles que no necesitan subrayados expresionistas.
Como señala Preston en La muerte de Guernica, el ataque de la localidad fue el mazazo que el ejército sublevado quiso infligir a las fuerzas vascas como aviso de lo que le ocurriría a Bilbao si no se rendía. Además de la crónica de Steer, el historiador se sirve del testimonio del sacerdote Alberto Onaindía, testigo ocular de los hechos que se salvó de las bombas y las ametralladoras de puro milagro. Su relato de la pesadilla se reproduce en las páginas del cómic, así como la carta que envió al cardenal Gomá para que intercediera ante el bando franquista: "Hay una ley internacional y una ley eterna, la de Dios, que impide matar, asesinar al inocente. Todo eso se pisoteó el lunes en Guernica. ¿Quién será el cruel personaje que en frío y en el gabinete de estudio ha planeado ese crimen espantoso de incendiar y matar a toda una población pacífica?". En su desdeñosa respuesta, el cardenal afirmó que "los pueblos pagan sus pactos con el mal y su protervia en mantenerlos. [...] Me permito responder a su angustiosa carta con un simple consejo: que se rinda Bilbao, que hoy no tiene más solución".
El libro también recoge la relación entre Franco, el general Mola y los responsables de las aviaciones alemana e italiana que colaboraron en el ataque a Guernica y en otros episodios de la guerra, la obsesión de Mola con arrasar todo el País Vasco y Cataluña o el hecho de que Franco fue nombrado hijo predilecto de Guernica en 1945. Dos décadas después, en conmemoración del 600.° aniversario de la villa, se le otorgó la Medalla de Oro y Brillantes de la localidad. El alcalde responsable, Augusto Unceta, fue asesinado por ETA unos años después.
Las adaptaciones de Preston han supuesto un espaldarazo a la carrera de José Pablo García, autor de Las aventuras de Joselito. Fue la lectura de esta novela gráfica la que llevó a la editorial a encargarle el trabajo al dibujante malagueño. "Esta oportunidad ha sido muy importante para mí, sobre todo por el aval que supone trabajar a partir de las obras de un hispanista tan reputado como Preston", explica García, y nos adelanta que en breve se pondrá manos a la obra con otra adaptación de Preston, incluso de mayor envergadura que La guerra civil española.
@FDQuijano