Una de las ilustraciones de la primera edición de Alicia en el país de las maravillas
Sale a subasta una copia de la legendaria primera edición de Alicia en el País de las Maravillas que Lewis Carroll ordenó destruir.
Tres años más tarde, en junio de 1865, se imprimió la primera edición con el objetivo de que la editorial Macmillan & Co. la pusiera a la venta el 4 de julio de 1865. Lewis Carroll solicitó 50 copias por adelantado para obsequiar a sus amistades. Sin embargo, apenas habían transcurrido unos días cuando Tenniel comunicó a la librería que el escritor estaba "francamente disgustado con la impresión de los dibujos". Carroll retiró toda la edición (2.000 ejemplares) y reclamó que le fueran devueltos los que enviados como anticipo. Desde entonces las copias de aquella impresión "maldita" son una rareza, "un mirlo blanco" para los bibliófilos. En la actualidad solo se conocen veintidós ejemplares, de los cuales dieciséis se atesoran en bibliotecas públicas. Sólo seis permanecen en manos privadas, incluyendo el que ahora sale a pujas. De los seis, cuatro han sido re-encuadernados. El que subasta Christie's es el único que conserva el texto y encuadernación original en piel carmesí de la legendaria Alicia 1865.
Tres páginas de la primera edición de Alicia en el país de las maravillas
Esta copia fue un obsequio de Lewis Carroll a George William Kitchin, colega en el Christ Church College. Más tarde Kitchin regalaría el libro a su hija Alexandra ("Xie") Rhoda Kitchin, que fue una de las modelos fotográficas preferidas de Carroll. De hecho, el ejemplar se acompaña de un retrato fotográfico original tomado por Carroll considerado "el mejor fotógrafo infantil del siglo XIX". 'Xie' se desprendió del libro en una subasta en 1925 -ly os hados quisieron que falleciera el mismo día en que se celebraba la venta. A.S.W. Rosenbach, el famoso librero de Filadelfia, la adquirió para la Biblioteca Pforzheimer, y como parte de esa colección, fue una de las nueve Alicias de 1865 incluidas en la exposición organizada por la Universidad de Columbia en 1932. La Biblioteca Pforzheimer la vendió a Harriet Borland en 1974 y un par de años más tarde, cuando se dispersó esta biblioteca, este preciado volumen fue a parar a manos de William Self, productor de cine y televisión de Los Ángeles, de quien lo adquirió en 1997 Jon Lindseth. El próximo 16 de junio en Nueva York Christie's volverá a buscarle dueño a este codiciado tomo que ha sido tasado entre 1,7 y 2,7 millones de euros.