En comparación con otros episodios de la Historia de España, es poco conocido el apoyo militar que nuestro país brindó a la independencia de Estados Unidos. El máximo exponente de esa contribución fue el militar malagueño Bernardo de Gálvez (1746-1786), gobernador de la Luisiana española y fundador de la ciudad de Galveston (actual Texas) que ayudó de manera determinante a las 13 colonias británicas que le declararon la guerra a su metrópoli. Gálvez se ganó el sobrenombre de "héroe de Pensacola" por su arriesgada ofensiva contra los buques ingleses que se encontraban en este puerto de Florida y que acabó en victoria para las tropas españolas que comandaba. Según las crónicas de la época, antes del ataque dijo a sus hombres: "El que tenga honor y valor que me siga". Por aquella hazaña, Carlos III le nombró conde de Gálvez y vizconde de Galveston, y le permitió incluir en su escudo de armas el lema "Yo solo". La importancia de sus campañas militares fue tan decisiva para la independencia estadounidense que desfiló junto a George Washington el 4 de julio de 1776, el día en que esta se declaró formalmente.



Gracias a una iniciativa de la embajada española en Estados Unidos, el país americano nombró a Bernardo de Gálvez Ciudadano de Honor hace un año, una distinción concedida a muy pocas personas. Ahora se le rinde homenaje en Madrid con una exposición organizada por el Instituto de Historia y Cultura Militar del Ejército de Tierra y la Casa de América, con el patrocinio de Iberdrola. La muestra, abierta al público hasta el 12 de marzo, coincide con el 270.° aniversario del nacimiento de Gálvez, el 240.° aniversario de la revolución americana y el tercer centenario del nacimiento de Carlos III.



El Rey don Felipe inauguró en la tarde del jueves la muestra, acompañado por el el Jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra, general de ejército Jaime Domínguez Buj; el director del Instituto de Historia y Cultura Militar, general de división José Carlos De la Fuente Chacón; el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, y el director de la Casa de América, Santiago Miralles. A su llegada, el monarca fue recibido por un piquete de militares ataviados con uniformes de la época de Carlos III y Bernardo de Gálvez.



La muestra se divide en cuatro espacios, que albergan más de un centenar de piezas de gran valor histórico, artístico y documental. La primera de las salas está dedicada a la España de Bernardo de Gálvez, una gran potencia mundial, poseedora de inmensos territorios en América. Diferentes vídeos y documentos muestran cómo era la vida en la corte y cuál era la posición de España en el escenario internacional.



En un segundo y tercer espacio se documenta la huella de nuestro país en México y Estados Unidos, gracias a piezas como el modelo original de la escultura de Gálvez a caballo, realizada por Juan de Ávalos y que el Rey Don Juan Carlos regaló a EE.UU. en 1976, o mapas como el del Reino de Nuevo México, datado en 1779.



Un cuarto bloque está centrado en documentar las principales campañas en las que participó el coronel. Para ello, la exposición ofrece reproducciones de los uniformes que vistió, documentación sobre los honores que recibió por parte del Rey o los planos de la toma de Pensacola, que muestran la estrategia de aquella histórica batalla. Para acceder al último espacio, el público ha de atravesar la recreación de una trinchera en tamaño real similar a la utilizada en ese asedio. En la última parte, una serie de objetos relacionados con el ámbito bélico muestra la actuación militar de España en el golfo de México entre 1780 y 1781. En esta última sala también se expone por primera vez el óleo realizado por Augusto Ferrer Dalmau para ilustrar la batalla de Pensacola.



La muestra, que se completa con un cortometraje, realizado expresamente para esta ocasión y titulado Los soldados de Gálvez, tiene como comisario a José Manuel Guerrero Acosta, teniente coronel de ingenieros de la Subdirección de estudios históricos del Instituto de Historia y Cultura Militar. "Bernardo de Gálvez fue un español universal, un militar ilustrado y hoy ciudadano de honor de los Estados Unidos. Se merece que el público español conozca algo más de su figura", explica Guerrero Acosta.