Svetlana Aleksiévich
Aquí puedes leer y descargar un capítulo del último libro de la premio Nobel
Un día antes, el miércoles 9, Acantilado lanza en España el último libro de la escritora, El fin del 'homo sovieticus', en el que la bielorrusa nacida en Ucrania se despide de la época soviética y da voz "a los actores del drama del socialismo". Y su retrato es implacable, empezando por el de algunos hijos del comunismo a los que describe como "una mezcla de cárcel y guardería. No toman decisiones y simplemente están a la espera del reparto. Para esa clase de hombres la libertad es tener veinte clases de embutido para elegir".
El punto de partida de la premio Nobel en este libro, publicado hace apenas un año en Alemania y Francia, es brutal. Sabe que los antiguos habitantes de la desmembrada Unión Soviética viven "llenos de prejuicios" heredados "del Gulag [....], de las deportaciones de pueblos enteros" y que antes "todos contábamos con una sola memoria, la memoria del comunismo. Compartíamos una misma casa en la memoria".
Lo malo, explica, es que esa casa, de cimientos de barro, se ha desmoronado y deja ver sus miserias sin excusas de forma abrumadora en este libro, a través de rumores en la calle y conversaciones en la cocina, de entrevistas con cientos de testigos olvidados que siempre prefirieron no significarse y olvidar, pero también con los recuerdos y los desengaños desvelados en las microhistorias de los "humillados y ofendidos, madres deportadas con sus hijos, estalinistas irredentos a pesar del Gulag, entusiastas de la Perestroika o a ciudadanos que plantan cara a la instauración de nuevas dictaduras".