Ilustración de Miguelanxo Prado.

El Museo Casa Natal de Cervantes inaugura la exposición Miguel EN Cervantes. El retablo de las maravillas, que pretende iluminar la vida del autor de El Quijote a través del trabajo de dos de los más destacados historietistas españoles, Miguelanxo Prado y David Rubín.

Miguel de Cervantes tuvo una vida tan apasionante como poco conocida, quizás eclipsada y fagocitada por el gran éxito de El Quijote. Pero más allá de ser el autor de un libro monumental, Cervantes fue protagonista en vida de episodios a su vez novelescos y apasionantes, dignos del mejor folletín romántico. Entre otras cosas, fue espía de Felipe II, trabajó para la Iglesia, vivió un asalto pirata en alta mar, estuvo preso, fue recaudador de impuestos, marido intermitente, viajero incansable... Con el objetivo de iluminar esta opaca trayectoria vital, y de paso conmemorar el 400 aniversario del fallecimiento del escritor (que tendrá lugar en 2016), el Museo Casa Natal de Cervantes en Alcalá de Henares acoge desde este jueves la exposición Miguel EN Cervantes. El retablo de las maravillas, organizada por Acción Cultural Española (AC/E), Comunidad de Madrid y el Instituto Cervantes.



La muestra, de marcado carácter familiar, apuesta por la ilustración como medio para hacer llegar las andanzas de 'El manco de Lepanto' a los visitantes. Por ello cuentan con la participación de Miguelanxo Prado, dibujante realista Premio Nacional del Cómic en 2013, y de David Rubín, uno de los historietistas españoles más reconocidos en los últimos años. Cada uno de ellos se encarga de un faceta distinta de la exposición, aunque ambas se comunican y enriquecen para dar un visión más completa del escritor.



Miguelanxo Prado se ha encargado de dar vida a Miguel de Cervantes, interpretando y representando 36 facetas destacadas y sorprendentes de la vida del escritor. "Lo genial en este caso es que no existe un retrato reconocido como oficial", explica el ilustrador. "Pero he respetado la tipología que forma parte ya de nuestro imaginario colectivo, con perilla y gola, y después fabulé con un castellano más o menos enjuto y que de alguna manera fuera un cierto reflejo de la imagen que podemos tener en nuestras mentes de El Quijote. Y también traté que la nariz apuntara a una posible ascendencia judía".



En sus ilustraciones se mezcla el humor, el humanismo y la ironía, de manera que no solo contemplamos episodios de la vida de Cervantes sino que intuimos sus pensamientos, frustraciones y ensoñaciones. "Básicamente mi preocupación era que el personaje fuera creíble y coherente con el tipo de vestimenta y actitudes de la época", explica Prado. "Tenía que funcionar igual el día de su boda que batiéndose en duelo o haciendo de espía". El ilustrador recurre para ello a su estilo más pictórico y realista, de líneas finas y colores suaves, lleno de detalles, pero siempre los justos, sin llegar al ornamento.



Una ilustración de David Rubín

Por su parte, David Rubín se encarga de trasladar a viñetas El retablo de las maravillas, uno de los ocho entremeses de Cervantes en el que el escritor aborda el binomio ficción-realidad con una gran carga autobiográfica. "No había leído los entremeses hasta que me ofrecieron participar en el proyecto", explica Rubín. "La verdad es que me sorprendió mucho la mordacidad, la tremenda crítica mordaz del texto hacia el poder establecido y las clases en teoría altas. Además es un texto tremendamente actual porque todo contra lo que dispara Cervantes está por desgracia vigente en nuestra sociedad".



El ilustrador convierte este texto teatral clásico, que su autor no llegó a ver nunca representado sobre un escenario, en un cómic actual de 32 páginas. "He mantenido mi estilo pero lo he simplificado un 'pelín' para que pudiera funcionar a dos niveles: como un cómic normal y dentro del dispositivo de la exposición", explica Rubín. "Para ello era imprescindible encontrar un equilibrio entre el grafismo, la narrativa y el color". Con un lenguaje plástico que sugiere pura acción, sus recursos creativos ayudan a dotar de potencia y actualidad a esta historia, ambientada en el siglo XVII.



De esta manera, la exposición contrapone dos niveles narrativos, el de la realidad, correspondiente a la vida del autor, y el de la ficción, representado por su famoso entremés. En su recorrido se van desgranando temas universales como la clase social, el amor, la familia, el dinero, la educación, la religión, la profesión del escritor y el alter ego presentes tanto en la vida como en la obra de Cervantes. Así, el apasionante personaje que fue Miguel aparece a través de la relectura de una de sus obras de teatro.



Miguel EN Cervantes tras su presentación en el Museo Casa Natal de Cervantes de Alcalá de Henares, itinerará por varias sedes nacionales. Además la editorial Astiberri y AC/E han coeditado el catálogo que acompaña a la exposición y que contiene un texto a cargo del equipo comisario, i con i, las ilustraciones de cada una de las facetas biográficas de Miguelanxo Padrón y el cómic de El retablo de las maravillas dibujado por David Rubín.



@JavierYusteTosi