Lorrie Moore
La autora americana, una de las más reconocidas escritoras de cuentos de la actualidad, responde a El Cultural al hilo de la publicación en nuestro país de su último libro de relatos, Gracias por la compañía (Seix Barral)
Pregunta.- En algunos de los relatos de este libro está de fondo la guerra de Irak. Ya en su novela anterior estaba el 11-S. ¿De qué modo le interesa tratar estos asuntos en sus historias?
Respuesta.- La situación en Irak es aquí parte de un telón de fondo. Está aquí porque genera ansiedad en los personajes, porque era algo que generaba ansiedad en la vida de muchos estadounidenses en aquel momento.
P.- ¿Le gusta mantener algo como una distancia de seguridad con sus personajes?
R.- Nunca me convertiría en mis personajes. Pero todo en el proceso de escritura consiste en ir acercando esa distancia que hay entre el escritor y sus personajes. En cuanto a nuestra relación, ellos no tienen ni idea de mi existencia; sin embargo, yo estoy muy interesada en ellos.
P.- Cuando publicó Al pie de la escalera llevaba once años sin sacar libro. Ahora regresa al relato corto dieciséis años después de su último libro de cuentos. ¿Cuánto tarda Lorrie Moore en terminar un libro?
R.- Soy una escritora lenta. ¡Pero es que hago más cosas además de escribir libros! Durante el tiempo que trabajaba en Al pie de la escalera, escribía artículos de opinión, ensayos, edité una antología, daba clases... y sobre todo dediqué mucho tiempo a mantener mi casa y a criar a mi hijo.
P.- ¿Cómo es, para usted, el proceso de escritura?
R.- Lento y azaroso.
P.- ¿Escribe siempre en el mismo lugar? ¿Tiene algún hábito o manía a la hora de escribir?
R.- Escribo sobre todo en una mesa, en mi ordenador portátil, rodeada de notas y de tazas de café.
P.- ¿Necesita un escritor de cuentos una estructura de la mirada distinta a la que ha de tener un novelista?
R.- Para escribir cuentos tienes que tener una idea más comprimida y un enfoque más comprimido de la historia que quieres contar. Utilizas un lienzo más pequeño para esa historia y un molde más pequeño para los personajes. Pero emocionalmente se debe profundizar al mismo nivel.
P.- Ha dicho alguna vez que no sabe muy bien dónde están sus influencias. Pero como escritora americana de relatos, ¿cómo es su relación con escritores como Carver, Cheever, Flannery O'Connor o Hemingway? ¿Se siente parte de alguna tradición?
R.- Me encantan todos los escritores que cita y tengo mis relatos favoritos de cada uno de ellos.
P.- ¿Podría decirnos dos o tres libros de cuentos que considere de obligada lectura?
R.- Dublineses de Joyce y cada colección de Alice Munro.
P.- ¿Cómo es el momento en que tiene una idea para una historia? Houellebecq dice que para que eso ocurra tienes que estar muy aburrido.
R.- ¡Para mí es un momento emocionante! Puede tomarte por sorpresa.
P.- ¿Sabe usted en ese momento si la idea acabará en un cuento o en una novela?
R.- Siempre lo sé. Pero a menudo creo que va a ser una historia más larga de lo que resulta ser.
P.- He leído que nunca se sienta a escribir pensando que va a escribir una historia triste.
R.- Lo que siempre tengo claro son las emociones y las circunstancias emocionales que me interesa explorar.
P.- ¿Es importante para usted la poesía? ¿Quiénes son sus poetas favoritos?
R.- Creo que no tengo poetas favoritos, pero si los tuviera supongo que Louise Gluck, que está citado al comienzo de mi último libro, sería uno de ellos.
P.- Enseña escritura creativa. ¿Cree que cualquiera que se lo proponga puede aprender a escribir ficción?
R.- Bueno, lo que yo hago en mis clases es mantener una conversación y un amor por la escritura vivos. Y eso puede tener su utilidad: puede ayudar a que emerjan talentos que ya están ahí.
P.- Se ha quejado de que hay personas que no saben leer ficción y confunden a los personajes con el autor. ¿Siente usted que los lectores buscan a Lorrie Moore en sus personajes?
R.- ¡Oh, espero que no! Esa sería una búsqueda muy tonta.
P.- Los críticos identifican continuamente imitadores de Lorrie Moore... ¿también le ocurre a usted?
R.- Raramente, la verdad. Casi nunca entiendo a los críticos, no sé lo que quieren decir.
@albertogordom