De izda. a dcha.: Santiago Muñoz Machado, Víctor García de la Concha, Darío Villanueva, Jaume Giró y Soledad Puértolas
Dentro del proyecto ya de por sí ambicioso de reunir 111 grandes clásicos de la literatura española en una sola biblioteca, la edición de El Quijote supervisada por Francisco Rico es sin duda uno de los grandes hitos: dos volúmenes de más de 1.600 páginas cada uno con los que la Real Academia Española fija el texto cervantino, apuntan desde la institución, "con las más rigurosas técnicas de la moderna crítica textual". Ve la luz este Quijote, además, coincidiendo con el IV Centenario de la publicación de la segunda parte de la novela.
La edición, que cuenta, como el resto de la Biblioteca Clásica de la RAE, con el patrocinio de la Obra Social de la Caixa, fue presentada esta mañana en el salón de actos de la Real Academia Española, en presencia de académicos, periodistas y curiosos. En primera fila estaba el recién nombrado académico Félix de Azúa, muy cerca de José Manuel Blecua y del propio Francisco Rico. Rico prefirió no subir al estrado a presentar la obra; sí lo hicieron Santiago Muñoz Machado, secretario de la RAE; Víctor García de la Concha, exdirector de la Academia, actual director del Instituto Cervantes e impulsor original de la Biblioteca Clásica; Darío Villanueva, director de la Docta Casa; y Soledad Puértolas, escritora y académica.
El filólogo escuchó desde su asiento cómo el resto de académicos elogiaba el último y más completo resultado del que ha sido uno de los empeños de su vida, y para cuya materialización, esta vez, ha contado con un equipo de más de un centenar de escritores y estudiosos. Al tomar la palabra, ya entrado el acto, Rico bromeó: "Todo Quijote es bueno y la peor edición es la primera, que contiene infinidad de errores y morcillas... pero, si la primera edición es la peor, esperemos que la mejor sea la última". Antes, los académicos habían enumerado todo lo que incluye este Quijote: un copioso despliegue de estudios y materiales que "ya de por sí constituyen una enciclopedia" cervantina y una sección en la que escritores y cervantistas comentan la novela, de Javier Cercas a Martín de Riquer o de Roger Chartier a Javier Marías.
Es la novela más importante de todos los tiempos, dijo Darío Villanueva. Y Jaume Giró, de la Caixa, lo definió como "un texto revolucionario y capital". Soledad Puértolas aplaudió los estudios críticos sobre este "libro infinito" (Borges), "una obra que nunca deja de ser nueva, y que resiste las traducciones y las notas eruditas". Y concluyó: "Hagamos más rico el libro con investigaciones literarias. Y leámoslo". El repaso a las distintas ediciones lo hizo Santiago Muñoz Machado, que se remontó a la primera que hizo la RAE, en 1780, "sobre todo para evitar, como reza el acuerdo que se firmó entonces, que el Quijote fuera leído en el extranjero como una obra satírica sobre las costumbres de los españoles".
Para ilustrar el prestigio de la novela moderna fundacional fuera de España, Darío Villanueva recordó el juicio del prestigioso -y anglocéntrico- crítico Harold Bloom: "Bloom tiene a Shakespeare como autor de la biblia laica, prácticamente como creador del ser humano; pero en su último libro sobre la literatura sapiencial, habla de los dos y reconoce que Cervantes supera a Shakespeare, pues los personajes del inglés son grandes solitarios, mientras que el Quijote es todo oralidad y diálogo".
García de la Concha, ahora en el Instituto Cervantes, se refirió al Quijote como uno de los textos que a más extranjeros ha enseñado el idioma español. A Günter Grass, por ejemplo, como recordó Giró. "El Quijote está más dicho que escrito", apuntó de la Concha. Y Francisco Rico asentía desde primera fila, pues el libro fue escrito por Cervantes de "corrido y sin apenas signos de puntuación", con lo que el trabajo estuvo servido a los filólogos desde el origen. A los que trabajan en esta Biblioteca Clásica aún les quedan unos cuantos Cervantes por delante; en concreto, las comedias, Los trabajos de Persiles y Sigismunda, Viaje del Parnaso y toda la poesía, que irán saliendo igualmente anotados y con minuciosas introducciones críticas.