Vente a casa
Jordi Nopca
5 junio, 2015 02:00Jordi Nopca. Foto: Antonio Moreno
Se reconoce a un verdadero escritor de cuentos en la facilidad para saltarse a la torera los decálogos del cuentista con que los clásicos del género se dedicaron a marear al principiante. Jordi Nopca es joven (nacido en 1983), pero de ningún modo novato. Su labor como periodista cultural es de las más indiscutibles que puede encontrarse hoy en la prensa catalana. Y si su enfoque como cronista de la actualidad es siempre agudo y diferente, cabía esperar que lo fuera también su mirada como narrador. Lo es.Con esta colección de diez relatos obtuvo Nopca el último premio Documenta, un galardón de narrativa en catalán que tiene fama de atinar en sus elecciones y de poner sobre las mesas de novedades nombres interesantes y con gran proyección de futuro. La traducción al castellano del Documenta no suele hacerse esperar, y en este caso además la firma el propio autor. Estupenda noticia.
Los relatos de Vente a casa desobedecen las pautas clásicas del género. Los conflictos son sutiles, no hay finales con efecto, ni un ejercicio de concisión demasiado palpable. En estas historias importan las relaciones más que las peripecias. El autor habla de personajes que conoce, relata relaciones efectivas transitorias o la dificultad para consolidar una vida que oscila entre la precariedad sentimental y la laboral. La crisis es omnipresente, como lo es la cultura (y sus escenarios, bien reconocibles). El mundo literario, las relaciones entre autores, editores, traductores o, simplemente, personajes que dan a lo cultural una importancia capital, son abundantes en estas páginas. Los cuentos de Nopca son atmosféricos, teatrales. Entre mis favoritos, "La pantera de Oklahoma" o "Anillo de compromiso". En ambos las relaciones emocionales se viven como un anuncio de la catástrofe. A veces el desastre llega con una brevedad y una brutalidad que resumen dos palabras. También en eso se reconoce a los buenos cuentistas: por su capacidad para elegir las palabras pertinentes. Palabras como mazazos. No se pierdan este descubrimiento.