En sus títulos anteriores centrados en la cultura digital, Un cuarto propio conectado (Fórcola) y Netianas. N(h)hacer mujer en Internet (Lengua de Trapo), la ensayista y profesora Remedios Zafra (Zuheros, Córdoba, 1973) ya apuntaba la intención de explorar a fondo las poliédricas relaciones entre las mujeres y las tecnologías. Este nuevo trabajo de Zafra, (H)adas. Mujeres que crean, programan, prosumen, teclean ha recibido el Premio Málaga de Ensayo 2013 y confirma a su autora como una original investigadora que intercomunica género, feminismo, espacios propios y cultura digital. Se trata de una reflexión orgánica, que evoluciona, recorre los últimos trabajos internacionales sobre el tema (Faith Wilding, VNS Matrix, Sadie Plant), y muestra diversos rostros, adoptando las tonalidades de un relato, una investigación sociológica o una narración autobiográfica.
Repasa la autora la evolución del cuarto propio de Virginia Woolf y su denostación del “ángel de la casa” victoriano, hasta llegar al cuarto propio conectado y a la autonomía de las redes. También se recurre a la figura de la inglesa Ada Byron, hija de Lord Byron y experta en la pionera máquina analítica de Charles Babbage, para resaltar el perfil de una de las primeras programadoras. Pero no estamos ante una historia de las pretecnologías femeninas sino ante una indagación sobre el presente y el futuro. Una de las ideas centrales consistiría en analizar los tiempos y espacios de las mujeres, señalar la superación de la vida doméstica patriarcal y observar críticamente la posible emancipación que se desprende del poder de las tecnologías. Dos personajes, Adela y su nieta A.D (obsérvese el nombre de la joven: Apuntode), serán un buen hilo conductor para observar las tecnologías domésticas.
La abuela habrá gastado su vida entre bombonas, grifos, fogones, pilas, lavadoras, maquina de coser, radio, olla, teléfono; mientras que las mujeres de las nuevas generaciones se manejan con móviles, microondas, ordenadores, email, twiter, tarjetas de crédito, robots de cocina, vitrocerámica, whatsapp. Apunta Remedios Zafra que para la nieta, dicha mixtura de complejos dispositivos tecnológicos “son casi prótesis de su cuerpo, especialmente los relacionados con el ordenador personal y los dispositivos móviles”. Zafra sabe de la irradiación transformadora de unos avances que naturalmente generarán cambios esenciales en las vidas de las mujeres, pero también es consciente de que la influencia de las tecnologías sobre los espacios privados no garantiza per se la capacidad crítica de las nuevas habitantes del mundo conectado.
Del ensayo se desprende una visión compleja del “poder invisible de la tecnología en la apropiación y gestión de tiempos de nuestra vida cotidiana”, y los numerosos vértices de la cultura digital en femenino vienen subrayados por la fragmentaria estructura del libro. Collage o cajas chinas reiterativas, vasos comunicantes que edifican una construcción original para reivindicar el poder político de la apropiación de unas tecnologías que pueden generar creatividad y conciencia crítica, y además “producen saber y suscitan placeres”.