John Maynard Keynes

Robert Skidelsky (Reino Unido, 1939) ha elaborado la biografía definitiva en tres volúmenes del economista británico más influyente, John Maynard Keynes (1883-1946) bajo el título 'Keynes' (RBA). El historiador económico rememora desde los primeros momentos de formación del economista hasta las contribuciones más importantes a la reconstrucción del sistema económico internacional tras la Segunda Guerra Mundial, haciendo un repaso a su relación con el grupo Bloomsbury, su membresía en la delegación británica en el Tratado de Versalles que concluyó la Gran Guerra incluso sus aportaciones sobre el debate acerca del sistema monetario internacional en la década de 1920. De modo que se constituye como una de las biografías analíticas más completas para poder entender el siglo XX.



Aquí puede leer el primer capítulo de 'Keynes'.




ORÍGENES DINÁSTICOS

Antepasados

Apenas hubo época en la vida de John Maynard Keynes en que este no mirase desde una gran altura tanto a Inglaterra como a la mayor parte del mundo. Fue a la mejor escuela de Inglaterra, Eton. Fue estudiante y después fellow del King's College, uno de los colleges más prestigiosos de la Universidad de Cambridge. Trabajó en el Tesoro, el organismo más importante del Departamento de Interior británico. Fue íntimo de un primer ministro y consejero de muchos otros. Estuvo en el corazón de la clase económica dirigente de Inglaterra y de su oligarquía financiera. Fue miembro del grupo de Bloomsbury, el círculo cultural más poderoso de la Inglaterra de su tiempo. En sus discusiones con el público culto siempre contó con una posición de intachable autoridad. Esta posición la alcanzó principalmente con la fuerza de su deslumbrante intelecto y su genialidad práctica. Pero desde el principio de su vida gozó de unas considerables ventajas que le ayudaron a conseguir fácilmente aquellos roles a los que su talento le había destinado. Nunca se encontró con la absurdidad de estar en el lugar erróneo o de utilizar el acento equivocado. De entre estas ventajas, la más importante fue la de haber nacido en Cambridge, en el seno de una comunidad de profesores universitarios, la de ser hijo de John Neville y Florence Ada Keynes.



Cuando tenía cinco años su bisabuela Jane Elizabeth Ford le escribió:

«Se esperará de ti que seas muy listo, habiendo vivido siempre en Cambridge». La forma en que expresó esta expectativa es interesante. Hoy en día se esperaría de un Keynes que fuera inteligente por el mero hecho de ser un Keynes. Pero la bisabuela Ford lo escribió antes de que se creara la dinastía. De hecho, todo lo que sabía sobre los Keynes era que provenían de Wiltshire, que el abuelo de Maynard Keynes había sido un empresario de éxito y que su nieta Florence se había casado con su hijo, un joven e inteligente profesor de Cambridge llamado John Neville Keynes. Viendo el asunto desde la superioridad del Inconformismo provinciano, Jane Elizabeth Ford debió de pensar que los Keynes eran gente bastante corriente.



Pero a los dieciséis años su bisnieto empezó a pensar de otro modo. Fue durante su estancia en Eton cuando aquel descubrió que el lado de la familia de los Keynes tenía algunas credenciales históricas bastante impresionantes. Trabajando en la biblioteca de la universidad construyó un árbol genealógico familiar que comenzaba con los Keynes que llegaron a Inglaterra con Guillermo el Conquistador.



Su propio nombre ya sugiere algo del aspecto esotérico de la vida de Maynard Keynes. Cuando se escribe bien a menudo se pronuncia incorrectamente «Keens»; cuando se pronuncia bien a veces se escribe incorrectamente «Canes». Este es el castigo accidental de proceder de la, por otra parte atractiva, localidad de Cahagnes, en el departamento de Calvados en Normandía. El nombre probablemente deriva de la palabra del latín tardío casnus, «roble», de la cual proviene el nombre francés moderno chêne. William de Cahagnes fue vasallo de Robert, conde (después earl) de Mortain, hermanastro del duque William de Normandía. Luchó en la batalla de Hastings y recibió de earl Robert un conjunto de tierras que en total sumaban más de cinco mil acres. Las más importantes se encontraban en Dodford, en Northamptonshire -que se citan como propiedad de «William de Cahagnes» en el Domesday Book-y en Horsted Keynes, en Sussex. Después de la muerte de William sus propiedades pasaron a su hermano y heredero, Ralph; y tras la muerte de Ralph se dividieron entre sus tres hijos: Ralph, Hugh y William.



Las líneas sucesorias de los dos primeros desaparecieron ya hacia el siglo xiv. «Los Keynes no parecen haber sido una familia demasiado belicosa», escribió el estudiante Maynard. Prudentemente «fueron a la guerra únicamente cuando no hacerlo podía acarrearles una sanción pecuniaria». La excepción fue el tercer hijo de Ralph, William, del cual Maynard Keynes reivindicaba ser descendiente. Este William apresó al rey Stephen en la batalla de Lincoln en 1141. Como recompensa, recibió el feudo de Winkleigh (más adelante Winkley Keynes) en Devon. Hacia 1330, un descendiente de William, John de Keynes, se casó con Isabella Wake, quien aportó al patrimonio familiar un importante predio en Somerset. Durante los siglos xvi y xvii, la familia Keynes, entonces establecida en Compton Pauncefoote, en Somerset, permaneció fiel a la Iglesia católica romana y leal a la casa Estuardo, un doble error que desembocó en la pérdida de todas sus propiedades. Algunos de sus miembros se convirtieron en sacerdotes jesuitas. El más famoso, John Keynes (1625-1695), fue profesor de Lógica en la Universidad de Lieja. En 1683 fue nombrado provincial de Inglaterra por el Papa y fue una de las víctimas premeditadas de Titus Oates. Según Maynard Keynes, «parece probable que fuera parcialmente responsable, debido a sus malos consejos, de la caída de Jacobo II». Tenía un hermano mayor, el capitán Alexander Keynes. «Luchó a favor de Carlos I en la guerra civil; y los últimos restos de las propiedades de la familia los perdió en la causa realista. En este momento la familia se hunde en la oscuridad y los dos eslabones siguientes no pueden establecerse con ninguna certeza.



Alexander tuvo varios hijos, la mayoría de los cuales se hicieron jesuitas. Pero por lo que he podido averiguar su hijo Henry era el padre de Richard Keynes, de Wareham». La línea familiar se traza sin más problemas desde este Richard Keynes, que murió en 1720. Hay tres Richard más, y después un John Keynes, que era el padre de otro John Keynes, el abuelo de Maynard Keynes. Todos estos descendientes del capitán Alexander Keynes, si es que lo eran, comenzaron siendo anglicanos, pero pronto se convirtieron en baptistas; también aparecieron en Salisbury como yeseros ornamentales y fabricantes de cepillos. En esa época, observó Maynard Keynes, «la tradición de su pasado más interesante parece haber desaparecido por completo».



Los árboles genealógicos suelen ser tediosos excepto para los miembros de la familia y los genealogistas. Tampoco son siempre reveladores desde un punto de vista biográfico, puesto que las leyes de la genética se comprenden todavía muy poco. ¿Quién sabe qué es lo que Maynard Keynes «heredó» realmente de todos estos Keynes? La justificación para toda la narración anterior es que el protagonista de esta biografía pensaba que tenía un nombre a la altura del cual él debía estar.



Si su familia paterna le recordaba a Maynard Keynes la gloria exánime de los señores feudales, la de su madre le evocaba el esfuerzo moral e intelectual. Su abuela materna trazó su ascendencia hasta un contrabandista de Sussex, Thomas Ford, asesinado por hombres del rey en 1768. Pero el arrepentimiento fue inmediato y permanente. El hijo del contrabandista, David Everard Ford, se convirtió en pastor congregacionalista y sufría «ataques depresivos posiblemente causados por conflictos religiosos debidos a su interés en el estudio de los fósiles». En 1834 su hijo, también David Everard (1797-1875), que era pastor congregacionalista en Lymington, Hampshire, se casó con Jane Elizabeth Down, «una mujer joven con una energía y capacidades excepcionales» que descendía por parte de su madre de dos antiguas familias del oeste del país, los Haydon y los Langdon. Le dio diez hijos y dirigió un internado para chicas en Lymington. Cuando David Ford se trasladó a la iglesia congregacionalista de Richmond en Manchester en 1843, volvió a poner en marcha su internado con su segunda hija, Ada Haydon Ford. Fue esta Ada Haydon Ford quien se casó con el abuelo materno de Maynard Keynes, John Brown. Brown nació en 1830 y era hijo de un modesto hombre de negocios de Lancashire. A los quince años fue aceptado como aprendiz por un impresor. Más adelante decidió hacerse pastor, aparentemente como resultado de la lectura de los folletos religiosos que preparaba en la imprenta. Aprobó el examen London University Matriculation, estudió Clásicas en el Owen's College, en Manchester, y obtuvo su licenciatura en Letras en 1851.



En 1855 se convirtió en pastor congregacionalista en Park Chapel, en Cheetham Hill Street, Manchester, canalizando sus instintos teatrales en la predicación. En la familia de la madre de Maynard había una vocación didáctica y una fantasía intelectual que no se encuentra en los Keynes más recientes. Especialmente las mujeres tenían una fuerte capacidad para la indignación moral que Keynes pudo haber heredado. Pero los ambientes tanto de la familia Keynes como de la familia Brown eran principalmente la capilla y los negocios. Eran de clase media, incluso algo adinerados, pero no de buena familia en el sentido victoriano del término.