Elvira Navarro
Tras la selección de los doce novelistas menores de 40 años con mejores perspectivas de futuro, publicamos, durante los próximos días un texto inédito de cada uno de ellos.
Elvira Navarro. Literatura y descubrimiento
Se licenció en Filosofía pero pronto supo que sus destinos serían literarios. La primera confirmación tuvo lugar en 2004, cuando Elvira Navarro (Huelva, 1978) ganó el certamen de Jóvenes Creadores del Ayuntamiento de Madrid. Y la segunda, en forma de novela, en 2007 con La ciudad en invierno (Caballo de Troya). Dos años más tarde, ya en Mondadari, daba a imprenta La ciudad feliz (2009), una aguzada mirada a la niñez. ¿Pero cuál es el poso de estas obras?¿De qué tratan? "Tratan de lo verdadero, de aquello que nos inquieta y trastorna", responde Fernando Valls, "pues se ocupan de las enfermedades morales del mundo actual, están compuestan sin prisa y dirigidas a lectores poco complacientes".
Si le preguntamos a la autora, ella sonríe y advierte que, como Marguerite Duras, "si supiera lo que voy a escribir antes de escribirlo no escribiría, pues ya estaría escrito. La literatura es para mí sinónimo de descubrimiento, y como mucho puedo nombrar aquello en lo que no quiero caer: por ejemplo, en eso de que los libros no dan respuestas porque sólo sirven para que nos hagamos preguntas. Yo espero encontrar respuestas por el camino. Ir sin rumbo no implica renegar de los encuentros. Me gusta la expresión God is in the details porque describe bien en qué consisten los hallazgos. Todavía no me conozco como escritora pero puedo señalar un tema que me obsesiona: cómo se construye la identidad".