Junot Díaz participa en el Festival Primera Persona en el CCCB. Foto: Nina Subin
"¡¡¡Abierta contratación!!!". Así anunciaba en su blog el equipo de Primera Persona que el CCCB confirmaba la celebración de la segunda edición de este festival dirigido por Kiko Amat y Miqui Otero. "Tal y como están las cosas, equivale a un festival longevo", bromea este último, que atiende a El Cultural ultimando los preparativos. Durante los días 3 y 4 de mayo, El Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona acogerá este encuentro que requiere explicación, porque no se trata de un festival literario al uso, con botellitas de agua encima de la mesa. Tampoco es un show de variedades, ni una velada pop, pues exige la atención del público, pero entregándose a un punto lúdico.La idea original de Primera Persona se la deben al escritor Iván de la Nuez. De hecho, el nombre surgió antes que el propio planteamiento. "A partir de ahí, fue fácil explicar en qué consiste la primera persona que nos gusta. Intentamos que abarque muchos tipos de autobiografía, desde la que pone las cartas encima de la mesa hasta el dietario. Si el festival es un éxito como formato, es porque estás hablando de tu vida. Tiene fuerza porque es esa imagen de un escritor en su casa, aislado y en pijama, que explica su miseria", cuenta Otero. Primera persona es, entonces, una galería de explicadores de historias, de invitados con vidas atípicas lo suficientemente impúdicos como para contarlas delante de un teatro lleno. Porque todo apunta a que se repetirá el éxito del año pasado, que dejó "ojipláticos" a Otero y Amat. Especialmente "la traca final, con el teatro abarrotado escuchando a Jonathan Ames, creador de la serie de la HBO Bored to Death. Su monólogo se remató con Jota, de Los Planetas, y Sr. Chinarro tocando como si estuvieran en el salón de su casa, comentando anécdotas entre canción y canción. Fue muy especial".
El cartel de este año cuenta con nombres de lujo. El ganador del Premio Pulitzer por La maravillosa vida breve de Oscar Wao Junot Díaz contará cómo un niño que tenía que caminar cuatro millas para coger un libro de una biblioteca de Santo Domingo acabó por convertirse en un reputado escritor. Donald Ray Pollock trazará un recorrido por el pueblecito casi fantasma de Ohio en el que trabajó hasta que publicó su primer libro y alcanzó un estatus de autor de culto. Shalom Auslander, una especie de Philip Roth pero más gamberro, será el equivalente de Jonathan Ames en esta edición. "Desde el primer momento se mostró desvergonzado, con ganas de liarla", desvela Otero. Proveniente de una familia judía ortodoxa, ha preparado un monólogo acompañado de escenas de películas en el que repasará cinco grandes tabús, desde el sentimiento de culpa y el Holocausto a la pornografía. Al más puro estilo Woody Allen, su madre (ficticia) se levantará entre el público para discutir con él sobre el escenario.
El punto atípico lo pone Dani el Rojo, exatracador de bancos y gángster en la Barcelona de los 80. Otero se explica: "Nuestros invitados cuentan historias, y ¿cuáles más inverosímiles que las suyas? Y sin embargo son reales. Es un personaje como de novela, pero que descartarías en una novela. La literatura no es sólo palabras con un lomo, es la transmisión de historias, y las suyas son una forma de literatura vivencial muy interesante". Además, Carlo Padial se encargará de Un monólogo con neuras, y Ainhoa Rebolledo, Isabel Sucunza, Patxi Irurzun, Federico Montalbán y Manuel Jabois participarán en una mesa redonda sobre dietarios. Laura Fernández y Robert Juan-Cantavella homenajearán a Curtis Garland. El festival se cerrará con un gran recital de Robert Forster, de The Go-Betweens, grupo de culto de los 80 y 90 y una figura a reivindicar, que estará acompañado de los Part Company.
"El cartel es una carta a los Reyes", declara Otero, consciente de que los 39.000 euros de presupuesto del festival son un lujo en los tiempos que corren, aunque también sean escasos para el caché de los invitados. "Para pedirles que vengan, mandamos una serie de mails donde nos presentamos como sus fans locos", se ríe. "Todos ellos son primeras opciones, y vienen porque les fascina la idea, no por el dinero. A veces no quieres conocer a tus ídolos por miedo a una decepción, pero el año pasado no nos decepcionó ninguno."