Roberto Artl. Foto: Archivo

Ediciones del Viento, 2012. 144 páginas. 16'50 euros



Difícil encontrar algún narrador argentino de primera fila que no reconozca el magisterio y la modernidad del bonaerense Roberto Arlt (1900-1942). Algunos, como Piglia, lo consideran, directamente, el inaugurador de la novela moderna argentina. El criador de gorilas nace de las profundas experiencias que vivió Roberto Arlt en 1935, fecha en la que se embarca en lo que supondría toda una expedición física y mental por España, pero especialmente por algunas ciudades del norte de África que en aquella época, literalmente, bullían (Tetuán, Tánger, Ceuta).



Donde otros autores se hubieran conformado con poner por escrito un diario cuajado de anécdotas, Arlt sabe quitarse del primer plano para dar vida a un conjunto autónomo de quince de relatos capaces de robarnos el aliento entre peripecias de ambiente árabe plagadas de proverbios traiciones y venganzas, pero también, y de qué modo, hacernos temblar con la irracionalidad y la barbarie de algunos rincones del África negra ("Los hombres fieras" resulta en esto tan impactante como asombroso). Civilización y barbarie son los dos pilares sobre los que se asienta un libro en el que Arlt seduce con la voz de unos personajes ancianos o escarmentados por duras experiencias que desgranan su relato y ponen sobre aviso a sus oyentes. Sus testimonios cobran el aire de reconstrucciones de un mundo que puede regresar para ensañarse con nosotros. La historia del barbero de Ceilán, "Acuérdate de Azerbaijan" demuestra cómo los fantasmas pueden retornar desde muy lejos. "Odio desde otra vida" los hace, en cambio, perseguirnos y asediarnos a través del tiempo. La esclavitud contemporánea, el tráfico de armas, el contrabando, la codicia humana, la falta de escrúpulos de unos militares españoles, los celos, las sugestiones colectivas, los odios que no se atenúan o que provenían incluso de existencias anteriores, las delaciones y dilemas morales entre el nutrido espionaje que operaba en el Magreb en aquellos años... conforman un texto auténticamente deslumbrante, que, de paso, nos pone al corriente de un mundo pasado que Arlt describe con una modernidad que apabulla.