Juan Vicente Piqueras

Cuando un funcionario de la embajada de Argelia en Madrid, puño en alto, se disponía a sellar el visado del poeta Juan Vicente Piqueras, hoy jefe de Estudios del Instituto Cervantes de Argel, sonó el teléfono. Una voz al otro lado le informaba de que acababa de ganar el 25 Premio Internacional de Poesía de la Fundación Loewe, dotado con 20.000 euros y con la publicación de la obra ganadora en la editorial Visor, por su libro Atenas. Así que el poeta, en pleno mareo de papeles, comenzó a dar saltos de alegría ante el asombro del burócrata. Todo ha sido esta mañana, apenas una hora antes de que se pronunciara el fallo del jurado durante un acto en la sede de la Fundación en la Gran Vía, al que el ganador ha asistido, pues, por puro azar.



Antes de instalarse en Argel, Piqueras (Valencia, 1960) había vivido en Francia, Italia y Grecia. Y antes de todos estos lugares, el poeta creció en Los Duques de Requena, que se podría definir "con cierta precisión", ha dicho, como "una aldea de mala muerte". De esa pequeña localidad en la que pasó su infancia, ese punto en el mapa de la Valencia fría y mesetaria, viene su querencia por las mudanzas, por buscar el lugar en el mundo que un día ocupó su pueblo: "Hay algo en mi poesía de todo aquello, algo de mis años allí que me modeló. Por eso mis poemas están en contacto con la naturaleza y por eso me he dedicado a buscar aquel mundo que dejé allí". Durante el viaje, el poeta pasó unos años en Atenas, ciudad que da título y que está en el fondo del poemario premiado.



Como ha señalado Álvaro García, ganador de la anterior edición y miembro del jurado, Atenas representa una vuelta al romanticismo, retomado aquí con la desesperación propia aunque sin darse a la queja, ha matizado, "de nuestra generación". Piqueras elige el marco de Atenas en los momentos previos a su marcha de la capital, de modo que el libro se asoma, ha continuado García, a un sentimiento de despedida en general. En el lenguaje, Piqueras apuesta por la ausencia de códigos y símbolos y por la sencillez, pero "llevada a sus máximas consecuencias", a través de un estilo directo, seco, aunque con "la sequedad de lo noble", y deportivo por su agilidad. En ello, considera el jurado, ha podido obrar la formación del autor como traductor. "Escribo con palabras muy sencillas, soy machadiano en ese sentido. Lo que me interesa es que el verso emocione, que llegue al lector, que le mueva dentro y le haga compañía. En mi poesía, como en la música, mi base es la emoción", ha aportado el ganador.



Piqueras, que ha escuchado con agradecimiento las palabras de su antecesor en el premio, ha añadido al finalizar el acto que el libro, que recoge los poemas que escribió de 2007 a 2012 en la capital griega, dan cuenta de cómo ha sido testigo del hundimiento de una urbe: "La he visto zozobrar, irse a pique, como ahora está pasando en España. Pero Atenas no es una ciudad cualquiera, es un lugar que está en el alma de todos nosotros, porque es allí donde nace el humanismo, donde nace el espíritu crítico, la democracia y muchos de los valores que hoy están en peligro. Si Atenas lo está, lo estamos todos. No es poesía social pero sí una llamada de atención sobre ese hundimiento de los principios básicos que nos guían como los seres humanos".



Y aunque no es social, la realidad sí tiene mucho peso en este libro del que Piqueras ha recitado con verdadera maestría algunos versos. Sobre este don suyo para la declamación, ha explicado: "La poesía tiene la función de voz, requiere ser leída bien. Me gusta su origen de canción, de música, que es muy importante en mi poesía, más allá de la rima. Porque la poesía es el lenguaje que quiere ser música, un baile entre el sonido y el sentido de las palabras". En este aspecto de la musicalidad de la obra coincide Antonio Colinas, uno de los miembros del excelso jurado, integrado también por Víctor García de la Concha, Francisco Brines, José Manuel Caballero Bonald, Pablo Baena, Jaume Siles y Luis Antonio de Villena. Colinas ha destacado que es un poemario muy fluido que se lee con placer y que aborda muy bien el reto del mundo clásico, "un mundo por todos estudiado pero que él hunde en la realidad presente que llega hasta los problemas de nuestros días". A pesar de su latido social, ha insistido también Colinas, en Atenas, que ha ganado casi por unanimidad, se imponen el lirismo y la intensidad emocional.



Ese último aspecto que cita Colinas, el de la preponderancia de la sensibilidad, viene manifestándose en los premios literarios desde hace unos cinco años. "Ahora hay muchas estéticas, vuelve la cultura, la metafísica, la libertad del lenguaje, una poesía más libre, más rica. Un libro como este es el ejemplo de que se puede entender la cultura como vida y la vida como cultura", ha concluido Colinas, que también entre los 30 finalistas (de los 837 que se han presentado a la edición) ha encontrado estas virtudes.



El presidente de la Fundación Loewe, Enrique Loewe, que ha anunciado que dejará su puesto en manos de su hija en los próximos meses, ha adelantado que en marzo se celebrará una fiesta para conmemorar los 25 años del Premio, uno de los más prestigiosos de la poesía española, con los ganadores de todas las ediciones. Además, este viernes, Juan Vicente Piqueras participará en una lectura de poemas de Atenas en el Festival Eñe junto a Luis Antonio de Villena, Jaime Siles y Juan Margallo. El jurado ha decidido declarar desierto el Premio a la Creación Joven. Sobre el galardón, Piqueras ha concluido: "Hace muchos años que vivo fuera, los premios son como una botella que mando como un náufrago, la lanzo al mar a ver si llega. Ya me había presentado antes al Loewe, uno de los reconocimientos más importantes para un poeta español".



Piqueras es licenciado en Filología Hispánica, ha trabajado como locutor de radio, actor, guionista, traductor y profesor de español para extranjeros; y ha residido en Roma y Atenas, según reseña él mismo en su web oficial. Además del Premio Internacional de Poesía Loewe, Piqueras atesora otros galardones, entre ellos el José Hierro por La palabra cuando, el Antonio Machado por Las latitud de los caballos y el Valencia de Poesía por Aldea.



Súplica

Poema de Atenas, de Juan Vicente Piqueras

Premio Loewe 2012



Sigue tejiendo, amor, y destejiendo

jerseys y leguas para mi derrota,

bufandas para el viento que me lleva,

el frío de mi fuga

y el invierto que soy. Sigue tejiendo.



Sigue diciendo no

al desaliento y a tus pretendientes.

Y no les digas no, diles mañana,

y mañana también diles mañana.

Lo mismo que yo a ti. Hasta que regrese.



Cuando cansado ya de derroteros,

harto ya de perderme y de morarme

en regazos de magas o en riesgos de sirenas,

regrese a ti, y no sepas

qué hacer con el quehacer de tanta espera

como ahora no sé qué hacer conmigo.



Me he convertido en nadie.



Tendré que regresar a tu regazo,

apoyar mi cabeza donde ahora está el ovillo

que guía mi retorno.



Y cuando llegue a ti ya no sabrás quién soy.

Cuando te abrace abrazarás el aire.