Image: Magda Polo: Los contenidos del ebook no podrán ser los mismos que los del libro tradicional

Image: Magda Polo: "Los contenidos del ebook no podrán ser los mismos que los del libro tradicional"

Letras

Magda Polo: "Los contenidos del ebook no podrán ser los mismos que los del libro tradicional"

Afronta los retos del libro electrónico en Creación y gestión de proyectos editoriales en el siglo XXI

28 noviembre, 2011 01:00

Portada de Creación y gestión de proyectos editoriales en el siglo XXI

La doctora y editora Magda Polo Pujadas, profesora de la Universidad de Barcelona y de la Ramon Llull, plantea nuevos retos a la edición de nuestro país en la segunda edición ampliada y revisada de su libro Creación y gestión de proyectos editoriales en el siglo XXI. Del papel a la era digital, una publicación conjunta de las universidades de Castilla-La-Mancha, Cantabria y las Islas Baleares. Una actualización pertinente dada la rapidez de las transformaciones que se están produciendo en el mundo del libro, en pleno proceso de reconversión digital y asolado por la crisis. Polo apuesta por la apertura digital sin complejos y la primacía de los contenidos.

Pregunta.- ¿Cuáles fueron los objetivos que se marcó al escribir este libro?
Respuesta.- El primer objetivo, en la primera edición, fue construir un libro práctico con todos los recursos que debe controlar un editor. Dado el éxito de la edición y consciente de la necesidad de actualizar los contenidos, el objetivo de la segunda ha sido incorporar la edición digital para que el editor actual encontrara todas las herramientas indispensables. Ha sido necesario elaborar un corpus teórico específico para la edición digital, que para algunos editores todavía es muy nueva e incierta. Y el segundo objetivo era instituir una nueva filosofía del perfil del editor, cuando lo que tiene que primar son los contenidos y la mejor manera de seleccionar el soporte.

P.- ¿Cómo ha cambiado el sector entre la edición de 2007 y la revisada y ampliada de 2011?
R.- A pasos agigantados. La irrupción de las nuevas tecnologías, con el ebook pero también con la impresión bajo demanda, ha marcado un nuevo rumbo. La filosofía de empresa del Total Quality Management se ha implantado de manera convincente, porque cada vez tenemos más lectores que aprecian el resultado final del libro en su sentido global. Pero me gustaría citar también la necesidad de recuperar títulos que estaban agotados y que el editor no se atrevía debido al alto coste de la impresión tradicional ofset. Tener como barrera de inicio 500 ejemplares perjudicaba títulos necesarios pero que tenían un target muy reducido, tal vez de 200 lectores. Ahora, gracias a las nuevas tecnologías, ya no supone un problema económico.

P.- En las últimas semanas se han desatado las iniciativas en el mundillo del ebook en España que lo acercarían a otros mercados más avanzados y subsanan dos problemas urgentes: la escasez de títulos y contenidos y el abaratamiento. ¿Algo se mueve por fin?
R.- Sí, es cierto, poco a poco en España los editores se están abriendo. España no podía seguir a remolque de algunos países que despuntan por su atrevimiento editorial, como pueden ser Estados Unidos o Inglaterra. En mi libro intento hacer hincapié en la necesidad de revisar el proyecto editorial porque la práctica más habitual, hasta ahora, es convertir el libro en papel en un libro igual pero en soporte electrónico. Y creo que eso comporta limitar muchísimo las posibilidades. En primer lugar, porque la interactividad que permite el ebook, que es fantástica, no es la del libro en papel y porque los contenidos no pueden ser, en muchos casos -exceptuando los literarios- los mismos. La implicación de un perfil editorial que tenga este tipo de sensibilidad será el que conseguirá un buen posicionamiento de marca en el sector.

P.-¿Qué transformaciones deben afrontar urgentemente los distintos agentes del panorama editorial en España para sobrevivir en el corto plazo?
R.- Los escritores -salvo los literatos- deben concienciarse de que lo que escriban para el papel debe ser diferente para el soporte digital porque el perfil de los lectores de ebooks dentro de unos años será el de los adolescentes que están usando las nuevas tecnologías de una manera muy particular e instantánea. Los másters de edición tendrán que formar -así lo estoy haciendo yo en el de la UAM y en el de la UAH- buenos editores de contenidos y coordinadores de proyectos editoriales. Los libreros deberán adquirir las novedades no sólo en función del autor sino también del sello e incitar al lector para que se atreva con readers y ebooks.

P.-¿Y qué iniciativas novedosas vaticina que se pondrán en marcha?
R.- Vaticinar es arriesgarse, pero me atreveré. La autoedición, para mí, comporta diferentes problemas: en primer lugar, el no pasar unos informes de lectura, es decir, unos filtros de calidad y, en segundo lugar, el desprestigiar al profesional de la edición que está perfectamente preparado para aplicar unos estilos, para mejorar el original en todos sus aspectos. Me parece que es un grito a voces, y no sólo en España, que escritores consagrados presentaban y presentan originales infumables. Y esto se puede agravar con la autoedición. Aunque puede ser muy práctica a la hora de concebir el libro como un todo y con timings de producción más que ajustados. En la impresión bajo demanda, sí que debo posicionarme totalmente a favor.

P.-¿Existe el peligro de que el ebook degrade la calidad de la lectura?
R.- Hay un peligro que acechará en los dos próximos años y es la falta de rigor lingüístico que experimentamos todos en las redes sociales, etc. Hay otro aspecto que afecta a la lectura y es que ésta se va a ver modificada. ¿En qué sentido? En el sentido más postmoderno del término: si la modernidad creía en un discurso continuo, ordenado, lógico... la postmodernidad tuvo que fijarse en el aforismo para manifestar la imposibilidad del "conjunto compacto" en pro del "fragmento discursivo". Este cambio implica una lectura fragmentada, centrada en unas cápsulas de interés, información o conocimiento acotadas en el texto de manera muy concisa y precisa. La fragmentación textual provocará lecturas atomizadas y posiblemente edulcoradas, en algunos casos, condicionadas por el hecho de mostrar ideas sin su posible desarrollo contextual y argumental... La lectura perderá matices pero ganará tiempo...