"Hija mía, sé que has muerto y, sin embargo, ésta no es la primera vez que te escribo." Este es el desgarrador inicio de las Memorias íntimas de Simenon, el creador del inspector Maigret. Pero el "caso" aquí es mucho más complejo que los de Maigret: debe zambullirse en su propia alma, en una suerte de catarsis, para asumir la muerte de su hija, especialmente traumática al tratarse de un suicidio. La redacción es un pormenorizado recorrido por toda una época y por sus relaciones con personajes fundamentales en el cine, la literatura, la pintura... Se incluye parte de la correspondencia padre-hija, especialmente conmovedora.