Image: Las botas de siete leguas

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Letras

Las botas de siete leguas

Ernesto Pérez Zúñiga

17 julio, 2002 02:00

Ernesto Pérez Zúñiga. Foto: Mercedes Rodríguez

Punto de Lectura. Madrid, 2002. 176 páginas, 8’99 euros

Ernesto Pérez Zúñiga (Madrid, 1971), autor de varios libros de poemas y de cuentos publicados en colecciones de escasa difusión, ha reunido en Las botas de siete leguas veinticuatro relatos de madura inspiración en su construcción según la más actual concepción del género.

Sus narraciones insinúan argumentos leves, se apoyan en la elaboración poética de una prosa formada por oraciones sintácticas cortas y buscan el arte de sugerir como meta última. Por eso estos textos parecen un desarrollo práctico del programa estético anunciado por la cita de cabecera tomada de Guimarães Rosa: "¿Sabe usted lo que es el silencio? Es uno mismo, demasiado". En tal cometido realismo y fantasía se combinan en historias entreveradas de vida y literatura en las cuales lo primordial está en la indagación interior de sus criaturas, en sus pasiones y angustias, que son las de siempre pero en el mundo de hoy.

Los cuentos son desiguales, tanto en su extensión como en su valor literario. Pero hay unos cuantos que poseen una calidad artística muy apreciable. Entre los más extensos cabe destacar el último, Las botas de siete leguas, de casi cincuenta páginas, por su certera expresión de la soledad en el asendereado viaje de unos jóvenes por espacios nórdicos y centroeuropeos de islas, ciudades, granjas, cementerios, trenes y estaciones, con sucesivos encuentros y olvidos hilvanados en situaciones y momentos fragmentados y sometidos a consideraciones sobre su propio proceso narrativo. También sobresalen "Las rosas que viajaron", historia de amor y muerte estructurada en forma de narración in fieri con predominio del diálogo y apostillas de interlocutor crítico que comenta y discute aspectos del relato en su desarrollo, y "El río", donde la visión de la muerte se deshace en pesadilla y fragmentos de monólogo interior.

Otros textos, muy breves, entran de lleno en la categoría del microrrelato. Algunos ofrecen los mejores ejemplos del libro en su acertada muestra del arte de sugerir. Así se manifiesta en "Azar", con su lacónica visión de la muerte inesperada, y en "Historia de fantasmas", donde ocho líneas resultan suficientes para fundir realidad e invención en la imaginación del artista.

Los temas recurrentes son la muerte, el amor, la incomunicación y la soledad, vividos en situaciones presentes, a veces en conflictos actuales como la marginación y la inmigración en situaciones de ilegalidad, sexo, droga, alcoholismo. la muerte, con sus secuelas o sus extrañas anticipaciones, da lugar a textos de honda concentración emotiva en "Pasos como aquellos" y "El último empeño". A veces la muerte aparece en historias de aprendizaje enturbiadas por una educación religiosa y el sentimiento de culpa, como sucede en "Rezaban en voz baja". También llega la muerte asociada a la esperanza, fundidas en el postrero esfuerzo del anciano protagonistas de "Cinco". Y no faltan ejemplos de quiebro lúdico final en contaste con la gravedad del desenlace, como en "Dos manzanas" y "Las botas de siete leguas".