El papa Francisco dona tres mármoles del Partenón de los Museos Vaticanos a la Iglesia ortodoxa griega
El movimiento, que aumenta la presión sobre el Museo Británico, busca mejorar las relaciones entre ambas ramas cristianas más que restituir el expolio del templo.
16 diciembre, 2022 13:21Nuevo giro en el caso de los mármoles del Partenón. La Santa Sede ha anunciado este viernes a través de un comunicado la decisión del papa Francisco de devolver tres fragmentos que formaban parte del friso del famoso templo de la Acrópolis y que se conservan actualmente en los Museos Vaticanos. Pero la restitución no se hará en favor del gobierno griego, sino del arzobispo de Atenas, Jerónimo II, en lo que constituye un paso más en su "sincero deseo de proseguir el camino ecuménico" con la Iglesia ortodoxa griega.
La "donación" de los tres fragmentos de mármol pentélico, en concreto una cabeza de caballo y dos humanas que forman parte de las colecciones vaticanas desde el siglo XIX tras una serie de operaciones de compraventa, no se trata de una decisión bilateral de devolver a Grecia una pequeña parte de su patrimonio histórico expoliado a lo largo de la historia, sino más bien un presente de inspiración religiosa, como sugiere el comunicado de la Santa Sede. Esta justificación puede haberse aducido para no crear un precedente que podría afectar a otras piezas de gran valor expuestas en los Museos Vaticanos.
Este movimiento incrementa todavía más la presión sobre el Museo Británico para la devolución de su enorme colección de mármoles. A principios de noviembre se filtró que George Osborne, director de la institución y exministro de Economía, y Kyriakos Mitsotakis, el primer ministro griego, habían mantenido una reunión secreta en Londres para inciar "conversaciones exploratorias" que fuesen cimentando el terreno para una solución final. Según fuentes helenas, el acuerdo estaría "completo al 90%" y quedaría "un crítico 10%" por resolver. "Es difícil lograrlo pero no imposible", señalaron al diario Ta Nea.
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Tras conocerse públicamente este encuentro, el museo publicó un comunicado en el que defendía que no se va a "desmantelar" su gran colección porque "cuenta una historia única de nuestra humanidad común". En la nota se añadía que la institución está "buscando nuevas colaboraciones a largo plazo con países y comunidades de todo el mundo y eso, por supuesto, incluye a Grecia". Las últimas encuestas en Reino Unido han revelado que el 53% de la población está a favor de la repatriación de las piezas, mientras que un 24% confesó que no les importaría. El pasado enero, Italia anunció la devolución a Atenas de un fragmento de mármol perteneciente a una parte del friso occidental del Partenón, guardado durante más de dos siglos en un museo de Palermo.
Los mármoles del Partenón fueron extraídos en 1801 por orden de lord Elgin, el embajador británico ante el Imperio otomano, que entonces controlaba Atenas, bajo el beneplácito, según dijo, de las autoridades ocupantes. El noble y diplomático vendió la colección al gobierno inglés en 1816, que transfirió su titularidad al Museo Británico. Grecia lleva cuatro décadas solicitando oficialmente la devolución de uno de los testimonios más importantes de su patrimonio histórico, recibiendo siempre el silencio o un "no" por respuesta. Pero la situación podría estar a punto de cambiar completamente.
"El Santo Padre Francisco, como señal concreta de sincero deseo de proseguir el camino ecuménico y de testimonio de la Verdad, decidió donar a Su Beatitud, Jerónimo II, arzobispo de Atenas y de toda Grecia, los tres fragmentos del Partenón, desde hace siglos custodiados con cuidado en los Museos Vaticanos y expuestos a millones de visitantes llegados de todo el mundo", reza el comunicado publicado este viernes por la Santa Sede.
El Vaticano en 2007, durante el papado de Benedicto XVI, negó la devolución de estos tres vestigios, aunque en 2015 una de las piezas fue prestada a las autoridades helénicas para una exposición. Los tres fragmentos pertenecen a la decoración escultórica del principal templo de la acrópolis ateniense, erigida en el siglo V a.C, edad de oro de la cultura helénica, por voluntad de Pericles, y su autoría está atribuida a la mano del maestro Fidias.
La cabeza de caballo procede del frontón occidental del edificio, en el que se representaba la disputa mitológica entre la diosa de la sabiduría Atenea y el de los océanos Poseidón por el dominio de la región griega del Ática. El animal, de hecho, formaba parte de la representación de la cuádriga de la diosa guerrera y protectora de la ciudad. En cuanto a los otros dos mármoles, representan la cabeza de uno de los niños encargados de hacer las ofrendas en el templo y la de un hombre barbudo que formaba parte de la representación del mito de la Centauromaquia, relatado en las metopas meridionales del Partenón.