Sexo, humor y teatro lúdico en Mérida
Juana Escabias, Ricart Reguant y Ferrán González desempolvan la opereta bíblica 'La corte del faraón' y la convierten en un musical
14 agosto, 2019 09:35Fue el 21 de enero de 1910 cuando se estrenó por primera vez La corte del faraón en Madrid, una zarzuela que se representó en más de 700 ocasiones. El carácter erótico festivo y las bromas sexuales del libreto de Guillermo Perrín y Miguel de Palacios hicieron que el régimen franquista prohibiera su programación durante casi 40 años. Sin embargo, este episodio bíblico en el que se cuenta la historia del casto José y la esposa del general Putifar no cayó en el olvido, fue representado de manera oculta y en 1985 llevado al cine por José Luis García Sánchez. Ahora, Juana Escabias, Ricart Reguant y Ferrán González desempolvan esta opereta bíblica y la convierten en un musical que se representa desde el miércoles hasta el domingo en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida.
La corte del faraón recupera el pasaje bíblico de José, hijo de Jacob, que llega a Egipto vendido como esclavo, donde se encuentra con el general Putifar, que ha obtenido a Lota como esposa. Sin embargo, Putifar, herido por una flecha en la entrepierna, no puede satisfacer los deseos de su mujer y envía al esclavo a entretener a su esposa, que se enamora de José e intenta seducirlo. A partir de este momento, la historia ya de por sí alocada y sinvergüenza, "se convierte en un cachondeo", asegura Reguant.
"Queríamos hacer algo distinto, algo que no se hubiera hecho y que reivindicara el teatro lúdico y divertido. Esta obra es un clásico que fue políticamente incorrecto en su época y lo sigue siendo ahora", comenta Reguant, que firma junto Juana Escabias la adaptación de la pieza. Para la ocasión han traído al presente las bromas del texto original, han actualizado el espectáculo (que no el género) y han cambiado el tono para hacerlo más actual. También han modificado los instrumentos y a las trompetas clásicas se les ha dado un toque de jazz. "El primer reto fue introducir material que aportara algo a la obra para hacerla de hora y media", recuerda Escabias. Con el objetivo de ampliarla se ha introducido texto, nuevas tramas con sus subtramas y nuevas canciones como La regadera, compuesta por Vicente Lleó, autor de la música original, para otro espectáculo.
Cuando se presentó ante el público por primera vez el objetivo de sus autores, sostiene Escabias, era escandalizar a la gente. "Hemos respetado el espíritu de entonces pero hemos añadido situaciones más picantes y hemos renovado el sentido erótico del texto porque las bromas que ruborizaban antes ya no lo hacen", asegura. El "problema de la comedia y del humor sexual -continúa- es que como la sociedad avanza mucho, se queda desfasado enseguida". El público, añade Reguant, se sigue sorprendiendo "si usas el sexo como parodia pero todos estamos aquí gracias a él y es algo divertido. Entonces, ¿por qué lo convertimos en una tragedia? Deberíamos celebrarlo".
Comedia crítica
Pero no todo es jolgorio pues la pieza también cuenta con un contrapunto de crítica ya que, como dice Escabias, sin ella "queda muy descafeinada". Esta zarzuela escrita para la gente de su época sigue vigente y se trataba de recuperarla haciendo "una crítica a la política de ahora en la que parece que la libertad de expresión se está recortando", arguye Ferrán González, que firma la dirección musical de La corte del faraón. Otra de las críticas en la que se hace hincapié es en el acto de otorgar la figura de una mujer como regalo. Además, se ha respetado la canción del momento en que tres mujeres le dicen a Lota, recién casada, las obligaciones que tiene con su marido -estar siempre de acuerdo con él, no llevarle la contraria, ser completamente sumisa- pero con un elemento sorpresa que escapa al texto original.
Los 17 actores, encabezados por Itziar Castro, Celia Freijeiro y Paco Arrojo, cantan, bailan y recrean la vida en la corte egipcia durante unas horas. Por eso, a pesar de que, según Escabias, "hay una gran censura con el sexo y una sobrevaloración de los géneros que se llaman serios como el drama o la tragedia y una infravaloración de la comedia", este nuevo texto quiere "mostrar La corte del faraón como estuviera escrita en la actualidad", añade Reguant. Y es que "el teatro es libertad y la libertad pasa por reírnos de todo y de todos, empezando por uno mismo".