Alessandro y Domenico Scarlatti
El napolitano Domenico Scarlatti (1685-1757) significó mucho para la música de tecla de nuestro país. Se empapó de nuestra música popular, tan presente en sus essercizzi, hoy llamados sonatas, y acabó siendo un español más; y un auténtico punto de referencia para la música del futuro. La Fundación Juan March, siempre atenta, ha programado un breve ciclo de tres conciertos en los que se alude también al padre del músico, el gran Alessandro (1660-1725), operista de excepción y autor asimismo, como su hijo, de hermosas cantatas. Cuatro de ellas aparecen programadas: las tituladas Questo silenzio ombroso (Il sonno), Appena chiudo gli occhi, Fida compagna del tuo alato amante y Dove fuggo, a che penso. Junto ellas el aria Se il tuo bel che m'inamora. Estas piezas vocales aparecen combinadas con doce de las 555 Sonatas para clave de Domenico y con piezas instrumentales de otros compositores de la época: Durante, De Macque, Trabaci, Mayone, Storace y Cabanilles. Animado y didáctico planteamiento, que contará, los próximos días 24 de febrero y 2 y 9 de marzo, con acrisolados intérpretes: las sopranos Ana Quintans y María Cristina Kiehr, el contratenor Carlos Mena, los clavecinistas Eduardo López Banzo y Mahan Esfahani y el conjunto Il Coro d'Arcadia.
Secciones
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- Homo Ludens, por Borja Vaz
- ÚItimo pase, por Alberto Ojeda
- Y tú que Io veas, por Elena Vozmediano
- iQué raro es todo!, por Álvaro Guibert
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- El incomodador, por Juan Sardá
- Tengo una cita, por Manuel Hidalgo
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