Ledicia Sola y Juan Carlos Vellido en la obra.

La compañía del autor y director Darío Facal, Metatarso, estrena hoy, en la sala Pradillo de Madrid, La vida imaginaria de Bonnie & Clyde, en el que teje un paralelismo entre los años de la Gran Depresión y nuestros días.

La literatura popular y la prensa de los años 30 del siglo pasado convirtieron a Bonnie y Clyde en leyenda y el cine, tres décadas después, contribuyó a acrecentar el mito de sus robos y fechorías. Así, según el material que se use, los más famosos perseguidos durante la Gran Depresión fueron unos asesinos temibles o una especie de reencarnación de Robin Hood con pistolas y coches. A desentrañar ese misterio se ha dedicado Darío Facal, que estrena La vida imaginaria de Bonnie & Clyde en el Teatro Pradillo, dentro de la programación de Escena Contemporánea.



Escrita en colaboración con Peru Saizprez, Facal tiene claro que ninguna de las dos versiones es suficiente. Por eso, el montaje advierte ya desde el título sobre la dificultad de mostrar la biografía de cualquier personaje por muchos datos que se manejen. "Pensamos que podemos contar la vida de alguien cuando lo único que podemos hacer es dar nuestra visión, muchos años después, de lo que ocurrió. Una recreación histórica no es más que hacer una película subjetiva, troceada e incompleta de lo que pasó", explica el también director de la Escuela de Cine de Alcorcón.



A esa dificultad se añade otra no menos importante, la que tiene que ver con el propio teatro y la que impone el hacerlo ante un público en directo. "Buscamos explorar los límites de la representación, ver hasta donde podemos llegar en un escenario con el material que tenemos. Pero también debemos ser conscientes de que a lo máximo que podemos aspirar es a ayudar al espectador para que, con lo que ha visto, cree su propia obra".



Para montar y mostrar la "no representación" de la vida de los dos huidos, Facal ha seguido el procedimiento habitual de sus propuestas. "Hemos estado durante cinco meses haciendo un trabajo creativo muy intenso y potente". En ese tiempo, ha seguido con los actores "un proceso extraordinario, lleno de magia y de belleza ", basado en aplicar el método de prueba y error. Así, el espectáculo de La vida imaginaria de Bonnie & Clyde se ha montado paso a paso y no como tradicionalmente se hace, escena tras escena, sin importar demasiado si el punto de llegada tenía que ver con lo planteado en el inicio. El resultado es un "collage de humor y melodrama presentado como si fuera una instalación, con una plasticidad enorme", en la que el texto, lo último que se ha incorporado, ha tenido que adaptarse a las escenas.



Mezcla de lenguajes.

El espectáculo suma todo tipo de lenguajes: el trabajo físico de los dos actores (Ledicia Sola y Juan Carlos Vellido), la proyección de vídeos y el uso de fotografías de la pareja Bonnie y Clyde, la música que interpreta en directo Javier de Prado. Esta mezcla de lenguajes es el signo que caracteriza a Metatarso, la compañía que Dario Facal (Madrid, 1978) fundó en 2001. Con ella ha representado un puñado de textos propios (Morfología de la Soledad, Breve cronología del amor). Él se considera tanto director como autor: " Para mí, el teatro es tanto un arte plástico como un arte literario".