Image: Macbeth

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Teatro

Macbeth

Eusebio Poncela y María Ruiz hablan de su estreno en Almagro

15 julio, 2004 02:00

Eusebio Poncela y María Ruiz. Foto: Mercedes Rodríguez

Después de ocho años sin pisar un escenario Eusebio Poncela reaparece en la escena española; y lo hace con arrebato y sin miedo, la única forma posible de abordar Macbeth sin sucumbir a su locura y ambición. Dirigida por María Ruiz, la producción se estrena el 21 de julio en el Claustro de los Dominicos, dentro del Festival de Almagro.

Es una rara avis de la interpretación. Eusebio Poncela pertenece a esa raza de actores genuinos y apasionados que lo dan todo y que, de pronto, desaparecen del mapa. Ocho años sin subir a escena -sus últimos trabajos fueron Diálogo en Re mayor dirigido por Ariel García Valdés y Los bellos durmientes con Miguel Narros- no le han robado ni un ápice de seguridad ni de energía. A Poncela le gusta Macbeth y, lo más importante, "a Macbeth le gusta Poncela". Con este montaje, que se estrena el día 21 en el Claustro de los Dominicos y que protagoniza junto a Clara Sanchis, el actor vuelve a trabajar con la directora María Ruiz.

-Han tenido que pasar 15 años para que este viejo proyecto de Macbeth se convirtiera en realidad.
-Eusebio Poncela: ¡Quince años ya! Yo pensaba que fue hace dos, pero eso de los quince años suena bien y contribuye a crear la leyenda....
-María Ruiz: Recuerdo que yo hablé contigo por primera vez en el Café Gijón cuando te llamé, sin conocernos, para proponerte hacer Macbeth. De eso hace 15 años. En ese momento tú lo rechazaste aunque luego hemos trabajado juntos en cuatro montajes más. Aquel proyecto se quedó a un lado, pero latente.

-¿Por qué se lo ofreció a Poncela?
-M. R.:Porque pensaba y pienso que es el actor ideal para hacer Macbeth. Este montaje ha sido rescatado gracias a un encuentro que tuve con él, en el que le dije que Ronald Brouwer y yo habíamos terminado la versión del texto y que si quería leerla. Le expliqué la idea que tenía y le convencí.

-¿Cuál es esa "idea" con la que ha conseguido que vuelva al teatro?
-M.R.: Esta obra es un monólogo de Macbeth, pues seguimos muy de cerca al personaje y reducimos el número de actores a diez.
-E.P.: Si te fijas en Kill Bill, la película de Tarantino, todos los actores doblan papeles. Y eso es un regalo porque ves a intérpretes que adoras en papeles muy distintos. En este montaje sucede igual.
-M.R.: A mí me gusta la idea de implicar a los actores, y no tenerlos metidos en su camerino...
-E.P.: Esto es una compañía, y eso lo hemos conseguido por los raros y frikis que somos todos. Hemos rescatado un concepto que estaba en desuso en el teatro.

-¿Por qué rechazó el papel la primera vez?
-E.P.: Estaba demasiado inmaduro para hacer Macbeth. Zambullirse en aguas shakespereanas son palabras mayores y yo, por fin, he entendido su sabiduría, la luz que emana. Yo amo a Macbeth, comprendo a este serialkiller y quiero que el público le entienda, y que le vea como un héroe y no como un antihéroe. Me voy a llevar al espectador a mi terreno para que se le ponga el pelo de punta. Macbeth es la persona más lógica, valiente y sexy de la creación pero está en la cuerda floja.

-¿En qué consiste esa"sabiduría" que tanto le ha marcado?
-E.P.: Shakespeare agarra las palabras, las tira al aire y cuando caen se lee "Ser o no ser". ¿Cómo no va a ser una luz? Comprendo a Shakespeare totalmente, por eso mi trabajo en los ensayos arranca sin preparación: soy muy temperamental y me lanzo sobre Macbeth sin mediación.

-¿Este Macbeth es el personaje de su vida?
-E.P.: Seguramente. No quiero ser desagradecido con los otros papeles porque creo, además, que en teatro he hecho cosas buenas, pero este Macbeth va a marcar un punto de inflexión en mi vida.

-¿No le tientan Hamlet o Lear?
-E.P.: ¿Tú me ves a mí con una calavera y preguntándome quien soy, dudando de esa manera? ¡Yo soy un salvaje, un maleducado, un vallecano pero con mucha cultura...! Me van más los personajes como Macbeth porque yo le gusto a él y él me gusta a mí. Lear, sin embargo, es otro de los personajes de Shakespeare que también me atraen: me parece un marginal, y yo soy un marginal. Lear se hace un marginal desde el poder y la riqueza y eso me parece muy interesante de indagar, sobre todo ahora que estoy chocho con Shakespeare. "Shakespeare in love" soy yo...

-De Macbeth se han hecho muchas versiones. ¿Ha tenido algún referente claro?
-E.P.: He visto las películas de Kurosawa y Welles hace mil años pero ni me acuerdo... Desde el comienzo de este Macbeth todo el mundo comprende lo que pasa, es un montaje limpio desde la adaptación y la dirección, y eso es un milagro porque es una obra muy difícil. Yo he visto Macbeths que no sabías qué coño pasaba allí. La magia del teatro se encuentra en este montaje.

-¿Por qué ha estado tanto tiempo apartado de la escena?
-E.P.: Porque viajo, porque a veces al Poncela le mando a la mierda y dejo que Eusebio viva para que tenga aventuras y algo que contar cuando vaya a hacer la próxima obra. Ese tipo de actores que están trabajando todo el tiempo me parecen un aburrimiento. Al Poncela le saco cuando tiene mono de actuación.

-María Ruiz ha dicho que Macbeth es una "funesta parábola sobre la acción humana". ¿En qué aspectos de esa "acción" se ha centrado?
-M. R.: Lo que el espectador sigue todo el tiempo es el pensamiento de Macbeth. él sabe que su deseo encierra un acto injusto y, aun así, asume sus consecuencias. Su locura es una especie de valor. La puesta en escena tiene una textura verbal y gestual muy actual. Shakespeare no se centraba en las costumbres sino en las pasiones, y eso es lo que hemos hecho nosotros.
-E.P.: Lo que me gusta de este montaje es que se ha dejado lo esencial del texto y se ha recortado pasajes que no estaban dentro de la idea argumental central.

-¿Qué les parece las "actualizaciones" escénicas de clásicos?
-E.P.: Tengo que decir que no voy casi al teatro porque tengo muy poco tiempo. No he asistido a ninguna obra de Calixto Bieito, que es el ejemplo más notable. Pero sí creo que en este tipo de "actualizaciones" lo importante es que tengas una idea clarísima que no traicione el texto y que se sepa por qué se hace eso. Si eso está claro y no traiciona la obra, me parece bien.

-¿Qué lectura extrae de la obra?
-E.P.: Shakespeare te aclara la vida, los sentimientos, las pasiones altas y, sobre todo, las bajas. Es un recordatorio de ti mismo.

-Después de haber trabajado juntos como actor y directora en cuatro montajes, ¿a qué tipo de entendimiento han llegado?
-M.R.: Nos conocemos muy bien y sabemos qué es lo que cada uno puede aportar. Eusebio es extraordinariamente creativo y nuestras conversaciones nunca se refieren al trabajo de actor.
-Viene de Argentina, de rodar cine. ¿Le vamos a ver más en teatro?
-E.P.: Macbeth se hace una vez en la vida y soy realmente feliz en escena. Odio las estancias largas en nada, pero voy a prolongar este trabajo lo más posible porque disfruto muchísimo. Luego tengo un proyecto muy interesante en cine. Y después, o bien me ofrecen una obra fabulosa con el director apropiado, o va a pasar mucho tiempo hasta que yo vuelva a hacer teatro.

-¿Cree que hay un buen nivel en la interpretación española?
-E.P.: No, no veo que la gente esté preparada, al menos en los últimos tiempos. Para mí este oficio requiere mucha pasión, dedicación, alegría, y yo eso no lo veo. Cuando el Poncela sale lo hace con fuerza... Por eso destacamos tan pocos. Quizá el cine sea un buen entrenamiento para los actores con posibilidades, ya que es una escuela tanto o mejor que el teatro porque tienes que entrar en situación en cuanto dicen "a rodar".