Maria Callas, metida en la piel de Medea en el Teatro La Fenice de Venecia, templo capital en su carrera.

Maria Callas, metida en la piel de Medea en el Teatro La Fenice de Venecia, templo capital en su carrera.

Ópera

Maria Callas, un genio indiscutible: los cinco personajes más importantes de su carrera

Recorremos los roles que más interpretó a lo largo de una corta pero intensa carrera, imprimiéndoles su intensidad dramática y su versatilidad vocal.

2 diciembre, 2023 02:48

María Callas fue, pese a sus irregularidades, problemas personales y desplantes, y a despecho de tener una carrera bastante breve, una de las mejores
sopranos del siglo XX.

Sus cualidades eran prácticamente únicas. Los pasajeros entubamientos, sonoridades a veces veladas, graves algo abiertos, algunas notas ásperas, eran sorteados y convertidos por ella en virtudes con un genio indiscutible en un lento proceso de maduración expresiva que conducía a sellar con arte superior las vivencias y situaciones anímicas de sus personajes.

La técnica, el apoyo, soberbiamente regulado, permitían la escalada a una zona aguda vibrante, en la que el timbre tomaba caracteres de campana de cristal, en donde la amplitud de la onda se hacía corpuscular. Las nudosidades primitivas dejaban paso a un fluido de material líquido, desbordante.

Norma (Vincenzo Bellini)

Es su ópera fetiche, que interpretó 89 veces entre 1948 y 1965. Sabía dar a la sacerdotisa druida toda su gigantesca dimensión, tocarla de su hálito trágico y vencer su amplia tesitura, dibujar sus complejas agilidades y mostrar las inmensas contradicciones que vive el personaje. En relación con él se produjo el gran escándalo que marcó en cierto modo el devenir artístico de la soprano cuando se negó a cantarla, el 2 de enero de 1958, con el presidente de la República, Giovanni Gronchi, en la sala. No se encontraba bien y dio la espantada. Un suceso que trajo mucha cola.

La traviata (Giuseppe Verdi)

La cantó en 63 ocasiones entre 1951 y 1958. Una de las últimas, si no la última, fue en el Teatro San Carlos de Lisboa junto a un joven Alfredo Kraus. Violetta en la voz de Callas vivía con un dramatismo desgarrador su peripecia y se entregaba, para salvar el pretendido honor de la familia de Alfredo Germont, a un sacrificio al fin baldío. En Callas se daban cita esas tres sopranos que la tradición dice que configuran la vocalidad del personaje: una ligera o lírico-ligera, una lírica pura y una dramática.

Tosca (Giacomo Puccini)

51 funciones entre 1942 y 1965. Hay un video, grabado en Londres en 1964, que recoge el final del segundo acto de la ópera en el que, después de un maravilloso y sentido Vissi d’arte, Callas se enfrenta al Scarpia de Tito Gobbi. Tras un tenso diálogo acaba matándolo de varias puñaladas. Nadie ha dicho como ella aquello de Avante lui tremaba tutta Roma. La diva griega recreaba este papel, definitorio de la personalidad de otra diva, como nadie.

Lucia di Lammermoor (Gaetano Donizetti)

Una de las 46 veces que Callas vistió este papel, que había estrenado una lírico-ligera (Fanny Tachinardi-Persiani), fue en Berlín bajo la dirección de Von Karajan. Hay una grabación histórica en la que la soprano muestra cómo cabe dar entidad dramática a la joven sin dejar por ello el servicio a una compleja coloratura. Su interpretación de la famosa Aria de la locura es verdaderamente escalofriante.

Aida (Giuseppe Verdi)

Callas la llevó a escena en 33 ocasiones entre 1948 y 1953. Las delicadezas líricas, las nostalgias del personaje en la escena del Nilo y las sonoras frases del cuadro de la Marcha triunfal, con todo su aparato, encontraron en ella una interprete idónea y a veces arriesgada, que en una representación mexicana de 1951 se elevó, al final del segundo acto, al Mi bemol sobreagudo, que planeó durante casi 30 segundos por encima de los conjuntos.

Diva absoluta

Las discográficas aprovechan el el centenario para poner en circulación nuevos lanzamientos. Warner acaba de publicar un vinilo titulado Assoluta, que recoge grandes éxitos, con una cara A de estudio y una B de escena. Para nostálgicos de ese soporte para algunos muy superior al CD. Naxos, por su parte, ha desempolvado su amplio catálogo de la diva: 22 grabaciones con I Puritani, Sonnambula, Gioconda, Tosca...