Rigoletto es una de las óperas más famosas de Verdi junto con La traviata. Forma con esta y con Il trovatore la famosa trilogía de principios de los 50 del siglo XIX. "La maldición es el leitmotiv de la ópera. La cruel expresión del destino al que nadie puede escapar. Rigoletto es una sublime metáfora sobre el odio y el rencor reflejados en una partitura que contiene algunos de los fragmentos más bellos e inspirados de la historia de la música", explica a El Cultural Emiliano Suárez, director del ya famoso Garaje Lola, un centro de operaciones artísticas singulares, no solo operísticas, situado en un rincón misterioso y recóndito del Madrid más castizo. Sus redes, a través del sello Ópera Garage, hace ya algún tiempo que se vienen tendiendo fuera de la sede tradicional del barrio de Tetúan.
Previamente, tuvimos ocasión de contemplar sus desnudas, sintéticas y certeras producciones, planteadas desde una particular dramaturgia, de La bohème y Lucia di Lammermoor, todas ellas salidas de la imaginación del arrostrado Suárez, que cuenta con la colaboración, en la producción, de Macarena Bergareche. Hay interés en comprobar de qué manera se ha planteado esta torva historia, pintada por Verdi con los colores más oscuros y servida por una partitura magistral y sumamente expresiva.
La producción se estrenóen Santander en mayo de 2022. Tras su exhibición en los Veranos de la Villa, los días 27, 28 y 29 de julio, viajará al Lazareto de Menorca (31).
Se trata de una puesta en escena de cámara, con piano, que tocan, alternándose, José Ramón Díaz y Miquel Ortega, en la que se nos propone descubrir la magistral ópera desde un punto de vista inédito y contemporáneo, "en donde las texturas del espacio son la escenografía adecuada y los acordes del piano el más íntimo acompañamiento para los artistas, en este proyecto pensado para acercar la ópera a una audiencia amplia y renovada".
El jorobado va aquí caracterizado como Joker. Buen punto de partida. Veremos hasta qué punto con sentido. La idea no es mala. Para servirla, aparte de los dos pianistas en juego, se anuncian voces españolas muy significativas. Como Rigoletto, tenemos a ese auténtico barítono que es Javier Franco, un buen fraseggiatore. A su lado la grácil Gilda de Ruth Terán, soprano de refrescante emisión. José Luis Sola, tenor lírico-ligero de buena pasta y ortodoxa emisión, vestirá al Duca, mientras que la mezzo lírica, tan interesante actriz y de fraseo tan cálido, Sara Ferrández, será la sinuosa Maddalena. El muy veterano Stefano Palatchi, con su acusado vibrato y su oscuro espectro de buen bajo, encarnará al matón Sparafucile.