BELLINI DISCOGRAFIA
Lo mejor de Bellíni
31 octubre, 2001 01:00Hoy es posible encontrar grabación de las 11 óperas de Bellini aunque en este breve estudio discográfico se incluyen los títulos más importantes.
La Sonnambula
La Sonnambula tiene en María Callas el referente máximo. Son recomendables en primer lugar la versión en vivo de La Scala de 1955, con un extrañamente idiomático Bernstein en el foso (MYTO 89006) y un elegante Valletti. Luego, la de la propia cantante en estudio de 1957, donde ella está más serena, más fina, pero sin la insolencia vocal de la anterior. Buena prestación directorial del siempre excelente Votto (EMI 747 3788). No olvidemos que esta ópera la estrenó también la Pasta, por lo que se debe huir de las voces demasiado ligeras. Lástima que, según parece, esté descatalogada la sensacional interpretación de una refinada Renata Scotto y de un extraordinario Kraus recogida en La Fenice de Venecia en 1961 (The Golden Age of Opera GAO 111-12).
Norma
En Norma plasmó Bellini uno de los caracteres trágicos más singulares que fue escrita para Giuditta Pasta, inicialmente contralto de coloratura, voz oscura, no exenta de asperezas pero magistral en la expresión dramática y a la vez en el canto florido. Probablemente, en el siglo XX, tras Rosa Ponselle y Gina Cigna, haya sido la plúrime Maria Callas la que más se haya acercado al imposible ideal. Afortunadamente dejó varias grabaciones. Por voz habría que recomendar la de La Scala de 1955, dirigida por Antonino Votto, en la que cantan también una vigorosa Simionato y un rudo Del Monaco (HUNT CD 517). Destaca por sonido y por el equilibrio del reparto, la de 1960 de estudio (EMI 7630002), con una sobria Christa Ludwig y un magnífico Franco Corelli y el artesanal pero lúcido Serafin en el podio. Son opciones superiores a las brindadas por Caballé o Sutherland, que se reúnen en un registro Decca de 1988 (414 476) dirigido por Bonynge que tiene el interés de que la parte de Adalgisa está cantado, como dicta la versión original, por una soprano (Giulia Grisi lo creó), aquí la catalana, y no por una mezzo, que trastoca lo pensado por el compositor.
I Puritani
Puritani es el tercer título belliniano más representado. Son muchas las grabaciones pero pocas las que hacen justicia a la partitura y al canto elegíaco que precisa. Es de interés, porque recupera los pentagramas originales y elimina ornamentos impuestos por las sopranos coloratura, la dirigida por Muti a un Kraus no muy fresco y a una Caballé no del todo cómoda (1979, EMI 16503922/24). Al tenor español lo encontramos más afortunado y libre en algún registro en vivo, como el de Buenos Aires de 1972 junto a Cristina Deutekom (Arkadia CDMP 475.2). Pero la interpretación más redonda es la que en 1973 reunió en estudio a Sutherland y Pavarotti bajo la batuta de Bonynge (Decca 417 588). Y por supuesto siempre Callas, que sabía conceder carne a estas criaturas sin dejar por ello de atender a la coloratura. Destaquemos, junto a un Di Stefano fuera de sitio, la versión con Serafin (1952, EMI CDS5 56275-2). Y una rareza: la versión preparada por Bellini para Maria Malibran, que baja la tesitura y elimina abbellimenti. Está grabada en vivo en 1986 por una irregular Ricciarelli y un vehemente Merrit dirigida por Ferro (Fonit Cetra CDC 20).
II Pirata
Se puede encontrar hoy una grabación de la primera ópera (1827) del autor, Adeson e Salvini. Gustavson y Lander son los protagonistas bajo la dirección de A. P Johnson (1983, Bong¡ovanni GB 2034/36). Bianca e Fernando tiene una correcta recreación en las voces de Gregory Kunde y Young Ok Shin con la ópera de Catania (1991, Nuova Era 7076/77). De Il Pirata hay dos versiones no del todo satisfactorias: una en vivo de Callas, Nueva York, 1959, (Cetra Doc 69), y otra con Caballé y Bernabé Martí dirigida por Gavazzeni (1970, EMI 165 02108/10).
La Straniera, una ópera bellísima frecuentemente marginada, tiene dos registros piratas, ambos con cosas buenas y malas, uno con Scotto y Cioni dirigida por Sanzogno (1974, MOR 6801), otro con Caballé y Zambon dirigida por Anton Guadagno (1969, MRF 35 S). Versión más reciente, quizá de menor interés, es la de Lucia Aliberti (1990, Fonit Cetra RFCD 2010). Menos conocida es aún Zaire, que encuentra reflejo discográfico, de muy mal sonido, con Scotto y la dirección de Belardinelli (1976, MRF 132).
I Capuleti e i Monteaebi
No hay versión del todo recomendable de I Capuleti e i Montecchi. Es curiosa la de Abbado en La Scala con un reparto impresionante con el espléndido Romeo de Aragall (1968 MRF 55). Preferible la versión en la que Romeo lo canta una mazo. Aquí hay que recomendar la dirigida por Patané por el Romeo de Janet Baker antes que por la Giuletta de Beverly Sills (1976, EMI 167 027-5).
Cerramos este escueto estudio con Beatrice di Tenda, situada a medio camino de Norma y Puritani. Ha sido Sutherland la que ha resucitado esta parte estrenada asimismo por la Pasta. Su grabación en estudio, junto a Josephine Veasey y Pavarotti, con Bonynge, es la más recomendable (1967, Decca SET320/22), sin dejar de lado la grabada en La Scala por la intérprete australiana en 1961, aún mejor de voz (Allegro OPD-1259).