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La prematura muerte de Mac Miller (1992-2018) fue una de las grandes pérdidas en el mundo de la música de la última década. Hacía solo un mes que había publicado Swimming (2018), un lúcido y esperanzador álbum en el que el rapero buceó en las turbias profundidades de su mente. Parecía un nuevo comienzo, parecía que Miller había dejado atrás las adicciones y había conseguido superar la depresión que sufría desde hace años. "Me estaba ahogando, pero ahora estoy nadando", canta en "Come Back To Earth", pero fue el último disco que llegó a publicar en vida antes de morir por una sobredosis accidental a los 26 años. 

Con una trayectoria corta pero prolífica, el rapero de Pittsburgh se fue dejando siete álbumes y cuatro mixtapes tras de sí. 2009 fue su gran año, empezó a ser conocido en la escena hip-hop estadounidense tras difundir su primera maqueta onlineBut Mackin Ain’t Easy. En 2010 siguió su camino al estrellato con K.I.D.S (2010), una recopilación de canciones gamberras y divertidas sobre seguir siendo un niño en un mundo de mayores, tema muy presente también en Blue Side Park (2011), álbum posterior.

Pronto, Malcolm McCormick se convirtió simplemente en Mac Miller. Su música se fue tornando menos alegre y optimista, a medida que la fama, la presión de la industria musical y tener que encajar en un nuevo estilo de vida hacía mella en el rapero. De esa angustia vital nacieron Watching Movies with the Sound Off (2013), un atmosférico álbum donde Miller empieza a hablar de sus abusos con las drogas y sus problemas de salud mental de una forma menos infantil, y Faces (2014), considerada su mixtape más experimental, producida por su alter ego Larry Fisherman. 

Por aquel entonces, entre 2013 y 2014, Miller vivió una de las épocas más turbulentas de su vida, pero también la más productiva de su carrera. De ahí que, durante la composición de este recopilatorio, el rapero se encontraba trabajando en otro álbum que nunca se llegó a publicar: Balloonerism. Un proyecto muy relevante para Miller, cuyo lanzamiento se fue postergando a su pesar, opacado por el lanzamiento posterior de álbumes como GO:OD AM (2015), Best Day Ever (2016) y The Divine Femenine (2016), disco en colaboración con Ariana Grande,  por entonces su pareja. 

Tras varios años corriendo libremente por Internet diferentes versiones del disco, ahora la familia ha decidido publicarlo tal y como Miller hubiese querido. "Creemos que el proyecto muestra tanto la amplitud de su talento musical como su valentía como artista", apuntan. 



Este es el tercer trabajo póstumo de Miller publicado tras la mixtape I Love Life, Thank You (2022) y cuatro años después de la publicación del álbum Circles (2020). Si Circles funciona como la Cara B de Swimming, se podría considerar a Balloonerism el reverso oscuro de Faces. Compuestos en momentos paralelos, ambos tuvieron un recorrido similar. Aunque Faces sí que llegó a publicarse en 2014, solo lo hizo de forma independiente y sin tener mucha repercusión, por lo que fue reeditado en 2021 por la familia del músico tras su muerte.

Por su parte, Balloonerism llega tras años de rumorología y filtraciones, acompañado de un cortometraje de animación dirigido por Samuel Jerome Mason, con el que Miller ya había trabajado para el videoclip de "Colors and Shapes". El filme sigue a un grupo de amigos del colegio que son transfigurados por la música de un órgano de acordes y lanzados a un mundo de sombras. Tragados por la tortuga del tiempo, deben abrirse paso por los bajos fondos de la edad adulta.

Psicodélico y abstracto, el filme recoge el espíritu experimental plasmado en este disco perdido y mitificado por los fans del rapero, siempre sedientos de nuevo material, cuya portada ilustrada por Alim Smith, un globo gigantesco y picassiano con el rostro de Miller, ya evoca a Faces. A pesar de que 5 Dollar Pony Ride fue la primera de las 14 canciones del álbum que vieron la luz oficialmente, Balloonerism comienza con "Tambourine Dream", un solo de pandereta de 33 segundos, que da paso al tono onírico y neosoul de las canciones posteriores. 

Portada del disco 'Balloonerism'.

De hecho, el álbum prosigue con"DJ’s Chord Organ", una de las colaboraciones estrellas, la del rapero con SZA, reina del R&B estadounidense. La potente y melancólica voz de la cantante de Misuri sirve de contrapunto con el rap rápido de Miller en una canción que cuenta en la instrumentación con el órgano de Daniel Johnston, comprado por Miller tras coproducir el documental Hi How Are You Daniel Johnston sobre el artista californiano.

La otra colaboración del álbum es algo trampa, ya que Delusional Thomas, con quien colabora en "Transformations", es otro alter ego de Miller (muy distinto a Fisherman, eso sí) que sirve de catalizador para sus pensamientos más oscuros, amortiguados gracias a los habituales beats Lo-Fi de Miller. 

Destacan las canciones "Funny Papers", con una preciosista melodía a piano y una letra profética: "Alguien murió hoy / Nunca pensé que nadie pudiese morir un viernes / Juro por Dios que no quiero volver a pecar / Pero temo que los problemas están en camino", canta el joven rapero, fallecido el viernes 7 de septiembre de 2018. 

También "Excelsior", en la que el músico, en uno de sus momentos más bajos, recuerda la inocencia de la infancia, la del patio del recreo, y cómo esta se esfuma como un globo en el cielo. Sobre su tortuoso camino con las drogas también trata "Mrs. Deborah Downer", donde Miller habla de sus recaídas y todos esos amigos perdidos en el camino por culpa de sus excesos, o "Manakins", donde se pregunta: "La vida se vuelve tan aburrida que jugar a ser superhéroe la hace divertida / Pero, ¿por qué heroísmo está tan cerca de heroína?". 

Hay canciones como "Shangri-La", que no estaban entre las predicciones de entrar en el disco, mientras que otras como "Pure", han quedado finalmente fuera del tracklist. Aun así, el álbum, que se publica en la fecha del 33 cumpleaños del artista, cumple su propósito de entrar en uno de los últimos recovecos sin explorar de la mente de Mac Miller, quien siempre quiso mantener en su obra un equilibrio entre la luminosidad y la oscuridad. Sabía que la vida estaba hecha de claroscuros.