El cantante estadounidense Tony Bennett ha fallecido a los 96 años este viernes, según ha informado la gaencia Associated Press. Era el último representante de la estirpe de los crooners clásicos, y compartió generación con Frank Sinatra, que llegó a decir que Bennett era mejor cantante que él.
Además de profesarse admiración mutua, Bennett y Sinatra compartían sus orígenes italianos, y ambos crecieron en la periferia de ese Manhattan que acabarían conquistando. Sinatra se crio en Hoboken (Nueva Jersey), al otro lado del Hudson, y Bennett era del barrio neoyorquino de Queens.
La canción "I Left My Heart In San Francisco" fue el mayor y más duradero éxito de Bennett, que a lo largo de su carrera grabó más de 70 discos y ganó 20 premios Grammy. Además, el cantante supo mantener su atractivo para las nuevas generaciones, lo que le hizo seguir teniendo hasta el final una legión de fans de todas las edades.
Con este propósito realizó a menudo colaboraciones con artistas destacados del momento actual, como Lady Gaga, con quien grabó un álbum de dúos en 2014 y se fue de gira en 2015. También grabó duetos con músicos y cantantes de la talla de Paul McCartney, Aretha Franklin, Bono o Willie Nelson.
Anthony Dominick Benedetto (ese era su nombre real) nació en 1926 en Nueva York. Su padre murió cuando él tenía solo diez años, y su madre, que era modista, pasó dificultades para poder mantenerlo. Además de la música, su otra gran pasión artística fue la pintura, y de hecho realizó y vendió cuadros durante toda su vida, firmando con su nombre de nacimiento.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Tony Bennett combatió en Europa, y a su regreso empezó a cantar con el nombre Joe Bari. Su carrera musical despegó gracias a que fue descubierto en la década de 1950 por el célebre cómico Bob Hope, que le recomendó que cambiara su nombre artístico y lo contrató como telonero de sus espectáculos. Así fue como poco a poco llegó a convertirse en uno de los cantantes más populares del momento, hasta que la llegada de un nuevo ritmo, el rock and roll, lo eclipsó. Entonces decidió enfocar su carrera hacia el jazz, buscando una audiencia más madura.
Entre sus canciones más populares figuran "Because of You", "Cold, Cold Heart", "Blue Velvet" y "Rags to Riches", además de la mencionada "I Left My Heart in San Francisco", que publicó en 1962. Aunque en su momento la balada solo llegó al número 19 en la lista Billboard, se convirtió en su canción más reconocible. En una entrevista en Reuters, Bennett dijo que a veces le preguntaban si no se cansaba de cantar siempre esa canción, a lo que él respondía: "¿Acaso tú te cansas de hacer el amor?".
No todo fue positivo en la carrera y la vida personal de Bennett. A finales de los años setenta, cuando él tenía alrededor de 50 años, tuvo que enfrentarse a un matrimonio en decadencia, la adicción a la cocaína, una deuda fiscal de dos millones de dólares y unas perspectivas limitadas con respecto a su carrera musical. Fue entonces cuando tomó una decisión que con el tiempo se probaría acertada: fichar como representante a su propio hijo, Danny, que fue quien logró mantener a su padre en la cima de la popularidad mezclándolo con las nuevas generaciones de artistas. Incluso apareció de manera habitual en la televisión musical MTV, orientada al público joven. Su álbum grabado en directo MTV Unplugged ganó el Grammy al mejor álbum del año 1995, así como el gramófono dorado a la mejor actuación vocal de pop tradicional.
Bennett tuvo no pocas apariciones en el cine y la televisión, casi siempre interpretándose a sí mismo. Participó en la película Como Dios (2003), donde el personaje interpretado por Jim Carrey aprovecha que ha adquirido poderes divinos para invocarle y sorprender a su novia en una cita romántica. También actuó en Una terapia peligrosa, El cazatalentos, El tour de los Muppets, Amy, así como en un capítulo de la serie El séquito y en varios episodios de Los Simpson.
Por su 90.º cumpleaños, en 2016, Bennett organizó una fiesta en Nueva York que atrajo a celebridades como Bruce Willis y John Travolta, y el Empire State, uno de los edificios más altos del mundo, mostró un espectáculo de luces en su honor. Aquel fue también el año de la publicación de sus memorias, tituladas Just Getting Started (que podría traducirse como "Acabo de empezar"), lo cual refleja a la perfección su inagotable entusiasmo y su jovialidad.
La cara amarga de 2016 llegó con su diagnóstico de alzhéimer, que sin embargo no reveló públicamente y siguió grabando discos y actuando hasta 2021, cuando el agravamiento de la enfermedad le llevó a anunciarlo públicamente y a suspender los conciertos que tenía por delante. Así fue como se retiró de los escenarios: obligado. Si hubiera estado en su mano, habría seguido cantando por todo el mundo eternamente.
A pesar de todo, mantuvo su buen humor e incluso tuietó en una ocasión: "La vida es un regalo, incluso con alzhéimer".