Astor Piazzolla, compositor del que celebraremos su centenario en marzo, fue un iluminado que supo extraer del tradicional aire de tango insólitas pulsiones, claroscuros, reflejos y emociones desconocidas; traicionando, según algunos, los presupuestos inamovibles de la forma. En efecto, y el propio compositor lo reconocía, trastocó hasta cierto punto las bases históricas, pero impulsándolas hacia nuevos y originales territorios.
Sobre ese típico estilo porteño, organizado en principio sobre un tajante compás de 2/4, Piazzolla supo balancear y reorientar el ritmo hacia un 4/4 o 4/8 y ampliar el radio de acción instrumental ideando nuevas formaciones, buscando más complejas combinaciones y encontrando sonoridades muy excitantes, juegos tímbricos sorprendentes y atractivos planteamientos polifónicos. No hay que olvidar los sólidos conocimientos del compositor adquiridos a la vera de maestros como Nadia Boulanger o Alberto Ginastera.
“En la música de Piazzolla escuchamos destellos de neoclasicismo, alusiones a sus admirados Bach o Vivaldi, folclore argentino y latinoamericano fusionado con influencias de la música de Estados Unidos, jazz y hasta tintes de compositores como Stravinski”, dice la violinista Leticia Moreno, protagonista de un reciente y magnífico disco dedicado al músico.
Y esto es lo que, seguro, se van a encontrar los asistentes a los conciertos programados por el FIAS 2021, Festival de Arte Sacro de la Comunidad de Madrid, que dedica al compositor entre los días 20 y 28 de febrero en Alcalá de Henares, Alcobendas, Madrid, San Lorenzo de El Escorial y Parla bajo el lema Piazzolla X 100, en los que intervendrán músicos avezados en la materia de reconocido prestigio: Federico Lechner (piano y dirección), Daniel ‘Pipi’ Piazzolla (nieto del músico y batería), Claudio Constantini (bandoneón), Toño Miguel (contrabajo) y Sheila Blanco (voz), todos ellos auténticos maestros que tocarán las adaptaciones pertinentes para que el mensaje de Piazzolla cale en el respetable.
Así se podrán degustar composiciones magistrales, algunas muy conocidas por los aficionados, como la Milonga del Ángel, la Muerte del Ángel y la Resurrección del Ángel, que inauguran el concierto. Luego Milonga de la Anunciación, Balada para un loco y Chiquilín de Bachín; Ave María/Tanti Anni Prima. Fueye del Sol, Vuelvo al Sur y Libertango. Los arreglos son de Lechner y de Constantini. Muy sugerente es desde luego la presencia de la cantante Sheila Blanco, de gran personalidad y sólida formación, especialista en técnicas vocales modernas y habitual colaboradora de Lechner. Así que tenemos un plantel inédito para ir ‘calentando’ el centenario.