Phil Spector, uno de los productores musicales más importantes de la historia discográfica, ha muerto este sábado a los 81 años en una cárcel de California, cuatro semanas después de que le fuera diagnosticada la Covid-19. Desde los años 60, Spector fue un personaje determinante en el devenir del pop y produjo álbumes de artistas tan dispares como los Beatles, Leonard Cohen y los Ramones, e inspiró a otros como los Beach Boys y los Rolling Stones. Fue el inventor del método de producción conocido como 'muro de sonido', que consiste en la grabación de múltiples pistas de acompañamiento instrumental —vientos, cuerdas, teclados, guitarras, percusiones...— y coros hasta lograr un sonido compacto que envolvía las canciones pop con un halo de grandiosidad.
Spector nació en 1939 en el Bronx (Nueva York), hijo de una familia judía de origen ucraniano. Su infancia estuvo marcada por el suicidio de su padre cuando él tenía 9 años. Cuatro años más tarde se mudó a Los Ángeles con su madre y sus hermanos, y allí poco a poco fue haciéndose un hueco en el mundo de la música. Al principio fue guitarrista y compositor del grupo The Teddy Bears, que en 1958 obtuvo éxito con la canción To Know Him is To Love Him (Conocerle es quererle), frase que tomó del epitafio de su padre. Spector comenzó a hacer algunos trabajos como productor y a los 22 creó su propia discográfica, Philles Records, y The Crystals fue el primer grupo al que catapultó al éxito.
Durante la década de los 60 se convirtió en uno de los productores más respetados de Estados Unidos. Fue el descubridor de las Ronettes y el compositor y productor de su principal éxito, Be My Baby. También trabajó con The Righteous Brothers y en 1966 fue coautor y productor de River Deep - Mountain High, de Ike & Tina Turner.
Su creciente popularidad hizo que numerosos artistas quisieran trabajar con él. Produjo Let It Be, el último álbum de los Beatles. A Paul McCartney no le gustó nada el aire orquestal que le dio al disco —años más tarde él publicó otra versión con menos arreglos que tituló Let It Be… Naked—, pero encandiló a John Lennon y a George Harrison, que siguieron trabajando con él en sus carreras en solitario.
Spector fue un personaje con dos caras. Gracias a su talento creativo fue admirado por todos los músicos, idolatrado, emulado, lo cual seguramente contribuyó a potenciar sus instintos megalómanos y psicópatas. Era irascible y violento y en muchas de las anécdotas de pesadilla que protagonizó hay broncas monumentales, pistolas y disparos al aire de por medio. Quien más las sufrió fue su segunda esposa, Ronnie Spector, la cantante principal de las Ronettes, el trío vocal que él moldeó y catapultó a la fama. En sus memorias, Ronnie detalla una vida conyugal llena de maltratos psicológicos y vejaciones dentro de la jaula de oro en la que su marido la confinó. John Lennon, para quien produjo su disco Rock ‘n’ Roll, Leonard Cohen y hasta los Ramones contaban que vivieron momentos aterradores con él en el estudio.
En los años ochenta Spector dejó prácticamente de trabajar, se centró en manejar los beneficios de toda su obra anterior —fue muy hábil a la hora de conservar la mayor cantidad de derechos posible de los discos que produjo, figurando incluso como coautor en muchas cacniones— y dejó de saberse apenas nada de él, hasta que en 2003 se le acusó del asesinato de la actriz Lana Clarkson, a quien conoció en un pub y que apareció muerta de un disparo en la boca en la mansión de Spector, Pyrenees Castle, en Alhambra (California). Spector trató de convencer al juez de que fue un suicidio accidental, pero en 2009 fue declarado culpable de homicidio en segundo grado y desde entonces cumplía condena en la prisión de Stockton.