Mad Cool busca la perfección
El festival pretende dejar atrás los problemas que deslucieron sus tres ediciones precedentes en un año en el que destacan los conciertos de The Cure, The National, Ms. Lauryn Hill, Rosalía, Vampire Weekend y Bon Iver.
10 julio, 2019 09:06A pesar del rotundo éxito de asistencia del que ha disfrutado desde su arranque en 2016, Mad Cool no ha logrado todavía esa edición redonda en términos organizativos que ponga el broche de oro a sus eclécticas y siempre populares programaciones. El primer año estuvo marcado por un informe que alertaba del potencial peligro (ahora sabemos que infundado) de situar un escenario sobre el estanque de tormentas del aparcamiento de la Caja Mágica; el segundo, por la trágica muerte del acróbata Pedro Aunión y la amenaza de lluvias, y el tercero, por las elefantiásicas colas al sol para acceder en la jornada inaugural al nuevo recinto situado en Valdebebas, el Espacio MadCool, y también por el rechazo de algunos grupos en mitad de sus conciertos a las zonas VIP situadas en primera fila. Además, las aglomeraciones en las barras y las dificultades para volver a casa han sido problemas constantes a los que se han enfrentado los asistentes.
La edición que arranca este miércoles con la Welcome Party debe ser la que cambie la suerte del festival y resuelva definitivamente todos los pequeños fallos que lo han deslucido en estos años. Para ello, se ha reducido el aforo de 80.000 a 75.000 personas por día y habrá un escenario menos –en total serán 6–, trasporte gratuito al centro de Madrid desde la 00.00 h. a las 6.00 h. y más camareros y metros de barra. Lo que no ha cambiado es la línea editorial, que combina grandes leyendas del pop-rock con algunas de las bandas del momento, la electrónica más vanguardista y los grupos que están llamados a marcar el futuro de la música tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Y, aunque en esta ocasión hay alguna concesión al hip-hop y al trap, la música urbana, en especial el reguetón que copaba las primeras líneas del cartel de Primavera Sound, sigue sin dar un paso adelante. Mad Cool es, de nuevo, territorio pop-rock.
La Welcome Party de este miércoles, que por primera vez se celebra en el propio recinto del festival y no en una sala, estará dominada por la presencia del fenómeno Rosalía en su único concierto en la capital. La catalana, consolidada ya como estrella mundial del pop tras su paso por festivales como Glastonbury o Coachella, llega con un nuevo single bajo el brazo, Fucking Money Man, compuesto por la rumba electrónica en catalán Millonària y la más contenida Dios nos libre del dinero. El repertorio tirará también de su celebradísimo disco El mal querer y de sus respectivos acercamientos al reguetón de Con altura y al R&B de principios de siglo de Aute Cuture. En cualquier caso, no será el único reclamo de esta fiesta de inauguración, que contará también con el pop electrónico con toque retro de Metronomy, ideal para la pista de baile; con la diva del indie-pop sueca Lykke Li, con la verbena ska de los australianos The Cat Empire, el crudo post-punk de los Viagra Boys y el estridente metal electrónico de Bring Me the Horizon.
Los jueves, milagro
La primera jornada oficial del festival, la del jueves, tendrá en Ms. Lauryn Hill su primer plato fuerte. La ex Fugees llega a Madrid como una de las grandes voces de la historia del R&B, pero sin nueva música que presentar. Ya hace más de 20 años de su único disco en solitario, The Miseducation of Lauryn Hill, que sigue conformando el grueso del repertorio de la de Nueva Jersey. Este concierto coincidirá con el de toda una leyenda del punk como Iggy Pop que, en el escenario de la Comunidad de Madrid, mostrará una vez más su vigencia, su inmejorable estado de forma y su impagable presencia física a los 72 años con temas de su carrera en solitario y también con clásicos de los Stooges. Por otro lado, la enorme fuerza creativa de Bon Iver, máxima figura mundial del indie folk gracias a discos tan redondos y sutiles como For Emma, Forever Ago o 22, A Million, tratará de reivindicar que menos es más con su contenido directo en el enorme escenario principal del festival.
La recta final del primer día estará dominada por Noel Gallagher que, acompañado por sus Highflying Birds, buscará convencernos de que hay vida más allá de Oasis (aunque seguro que caerá algún tema del grupo y podremos soñar con el difícil reencuentro de los hermanos peor avenidos de la historia del rock). Le seguirán unos Vampire Weekend que no se han resentido por el abandono de Rostam Batmanglij de la banda y que han presentado uno de los discos del año hasta la fecha: Father of the Bridge. Y, por último, The Chemical Brothers robarán todas las energías sobrantes a los asistentes con su engrasada maquinaria de luces y beats, que dará brillo a las canciones de su nuevo disco, No Geography, y a clásicos como Hey Boy Hey Girl, Block Rockin’ Beats, Galvanize o Go.
Todo en un viernes
Aunque los Smashing Pumpkins han publicado nuevo disco hace unos meses, el titulado de manera rimbombante Shiny and Oh So Bright, Vol. 1: No Past. No Future. No Sun, es de esperar que el bueno de Billy Corgan tire de los clásicos de su banda, una de las más significativas del rock americano de los 90. Otra cuestión es si la banda, que finalmente no ha contado para esta gira de reunión con la bajista D’Arcy, será capaz de mostrar la épica que le caracterizó en su mejor época. Los mil y un follones y polémicas en los que se ha involucrado el cantante en los últimos años, algunas bastante bochornosas, no nos hacen ser muy optimistas.
En cualquier caso, el concierto de los Smashing Pumpkins no llegará hasta casi la medianoche del viernes. Antes pasarán por alguno de los escenarios de Mad Cool Sharon Van Etten, que con Remind Me Tomorrow ha dado el salto de cantautora a estrella total; Miles Kane, purista del rock británico con altas dosis de macarrismo; y The National, la gran banda norteamericana de indie-rock de la última década, un dechado de intensidad encerrado en la voz de su frontman Matt Benninger. Vetusta Morla pondrá el colofón a la noche más guitarrera del festival con un directo intenso, contundente y preciso que le ha llevado a ser cabeza de cartel en cualquier festival que visite. Aunque aquellos que no le hagan ascos a otros estilos no deben olvidarse del hip-hop vanguardista de Vince Staples, la orfebrería pop de Marina o la electrónica bailable de Empire of the Sun.
Fiebre del sábado noche
Quizá la mejor manera de comenzar la jornada del sábado sea pasarse por la carpa The Loop para ver el set de Alizzz, el productor que se esconde tras el éxito de C. Tangana y que con sus cuatro EP ha cosechado elogios en medios como BBC Radio 1, The Fade, XLR8R o Playground. Pero, claro, eso significaría perderse el directo de Cat Power, una de las voces más arraigadas en la iconografía y en la mitología del rock independiente estadounidense de los últimos 25 años.
No es la única duda que plantea el tercer día de Mad Cool, plagado de dolorosos solapes. ¿Valdrá la pena perderse el concierto de Jorja Smith, con su elegante y futurista R&B, para asistir a la reunión de Gossip para celebrar el décimo aniversario de su disco de culto Music for Men? ¿Debería pasar de la portentosa batidora de hits de Rage Against the Machine, Public Enemy y Cypress Hill que surte a discreción la megabanda Prophets of Rage para asistir a la tormenta sonora de los escoceses Mogwai? ¿O mejor descarto a ambos y voy a probar con el siempre infalible productor de música electrónica Jon Hopkins? Si hasta The Cure, el gran nombre de la noche y del festival, ha sido contraprogramado con uno de los grupos más populares del momento, The 1975, la banda de rock millennial que con su tercer disco va como una moto hacia el estrellato mundial.
En cualquier caso, The Cure contará con casi dos horas para desplegar su interminable lista de clásicos. Boys Don’t Cry, Close To Me, Just Like Heaven, Lovesong o Friday I’m In Love forman parte de la educación sentimental de millones de fans en todo el mundo y su concierto, con el inefable Robert Smith a la cabeza, promete ser el momento álgido del festival. Tras ellos, llegará el pop electrónico de una Robyn que acaba de cumplir 40 años y unos Years & Years que cerrarán por todo lo alto con su carnavalesco show de fantasías pop.