Image: Juanjo Mena: ''Dirigir es dar, dar y, cuando crees que lo has dado todo, volver a dar''

Image: Juanjo Mena: ''Dirigir es dar, dar y, cuando crees que lo has dado todo, volver a dar''

Música

Juanjo Mena: ''Dirigir es dar, dar y, cuando crees que lo has dado todo, volver a dar''

21 julio, 2017 02:00

Juanjo Mena. Foto: Michal Novak

Será el protagonista musical de este verano. Tras su paso por los Proms, desembarcará con su BBC Philarmonic en la Quincena de San Sebastián, donde dirigirá Fidelio de Beethoven, hermanando la formación británica con el Orfeón Donostiarra. Y en el Festival de Santander se aliará por primera vez con el pianista Juan Pérez Floristán, para interpretar Rapsodia sobre un tema de Paganini, de Rajmáninov.

Juanjo Mena (Victoria, 1965) llega al final de una temporada repleta de emociones. El Premio Nacional reconoció su pródiga trayectoria, que tanto ha hecho por elevar el tono musical de nuestro país. Ha afianzado además su vínculo con la Orquesta Nacional, ya asentado en su nueva condición de director asociado, rango que algunos ven como escala previa a su titularidad (veremos). Y una cancelación de última hora de Dudamel le colocó el mes pasado al frente de la prestigiosa Orquesta de la Radio de Baviera (otra formación germana que suma a su currículu, donde luce la Filarmónica de Berlín desde el año pasado). El curso lo rematará en los Proms al frente de su BBC Philarmonic (21 y 28), que gobierna desde hace 7 años y con la que visitará también la Quincena de San Sebastián (3 y 4 de agosto) y el Festival de Santander (5). Después se atrincherará en su casa de Legutiano, desde donde habla con El Cultural. Toca degustar el silencio, la compañía de la familia y la buena mesa. Y olvidar, de paso, los insípidos sándwiches ingleses.

Pregunta.- Volver a la Quincena debe de traer buenos recuerdos: allí empezaron a darle cancha cuando era un joven osado director con ínfulas vanguardistas.
Respuesta.- Sí, eran los tiempos de Cluster Camera, el primer coro mixto que creé. Éramos muy novedosos, teníamos mucha energía y muchas ganas de cambiar las cosas y dar a conocer música escandinava que todavía no sonaba en España. No parábamos de ingeniar todo tipo de planteamientos para poder llegar al público. Luchábamos para hacer de este país un lugar mucho más rico artísticamente. Los conciertos en la Quincena fueron cruciales para ese cambio de rumbo.

P.- Dirigirá Fidelio de Beethoven hermanando la BBC Philarmonic con el Orfeón Donostiarra, tanto en los Proms como en la Quincena. ¿Dónde pondrá el acento en su versión de esta ópera?.
R.- Es una obra que funciona muy bien en versión concierto. Levantar una producción escénica a partir de ella no es sencillo, por su temática y por su libreto. Sin embargo, musicalmente tiene un valor enorme. Concretamente en ese plano es una experiencia impresionante porque es una ópera muy directa, clara y bellísima.

Juntar la BBC Philarmonic con el Orfeón donostiarra es como unir las dos puntas del cordón de mi zapato. Todo cuadra"

P.--En Santander le acompañará Juan Pérez Floristán, uno de nuestros jóvenes más prometedores. ¿En qué medida figuras como él representan el actual nivel musical de España?
R.- Ahora hay muchos solistas valiosos, que deben tener sus oportunidades. Floristán tendrá la suya con una gran orquesta como la BBC Philarmonic. Lo van a conocer y podrán contar con él en el futuro. Como ya ha sucedido también con Asier Polo o Javier Perianes. Se trata de establecer un vínculo con Europa. En España fue clave el surgimiento de orquestas jóvenes como la JONDE hace tres décadas. Todo ese esfuerzo ha eclosionado en los últimos años. En todas las grandes orquestas europeas encuentras músicos españoles buenísimos, que han llegado ahí gracias a su disciplina y, también, a su expresividad y apertura ante la música.

P.- Es la primera vez que la BBC viene a la Quincena y el Orfeón, a su vez, debuta en los Proms. Supongo que ser el artífice de ese intercambio es una satisfacción.
R.- Es como unir las dos puntas del cordón de mi zapato. Todo cuadra. Los músicos de la BBC Philarmonic están deseando venir. Yo siempre les he hablado del ambiente maravilloso que se respira en San Sebastían en verano. Y estar en los Proms es una gran oportunidad para el Orfeón. Para mí es el mejor festival del mundo de ciudad, en un espacio cerrado. La gente hace cola desde las seis de la mañana para conseguir entradas que te permiten escuchar la música tomando una cerveza y un picnic. Algunos se tumban en los pasillos de la última planta del Royal Albert Hall disfrutando del concierto desde las alturas.

P.- Aquí vemos mucho a las orquestas inglesas porque deben buscarse la vida al no tener tanto respaldo público. ¿Qué le parece este modelo?.
R.- Las orquestas inglesas tienen una gran flexivilidad, eso permite que la fase de producción se agilice al máximo. En una semana normal en Manchester yo puedo hacer tres programas, con planteamientos diferentes: conciertos de temporada, de radio, didácticos... Hay una gran libertad al programar. Nuestro sistema, en cambio, tiene la virtud de que da más tiempo. Hay así mayor margen para mejorar y profundizar. El punto intermedio sería lo ideal: trabajo concentrado pero en unos plazos razonables.

P.- Después de Santander, desconecta hasta mediados de septiembre. ¿Cómo vive esos parones veraniegos?
R.- Hacer música no puede estar al margen de vivir. Eso fue una de las grandes lecciones del maestro Celibidache. Las vivencias luego se proyectan desde el podio. Sin esa riqueza, es imposible transmitir sentimientos. Al final de la temporada, tu mente está muy revolucionada. Es necesario equilibrarla. Por eso decidí cancelar un proyecto para para poder dedicarme a mi huerta, hablar con mi hijo, que ahora es adolescente y está cambiando... No soy de los que piensan solo en la música, también pienso en la pintura, en la literatura, en los amigos, en cantar en grupo con ellos, en hacer unas chuletas o un rodaballo a la parrilla... Eso es lo que deja poso.

Idilio yankee

P.- En octubre salta a Estados Unidos. Tiene varios compromisos con la National Symphony de Washington. ¿Cuán es la clave de su idilio con las orquestas americanas?
R.- Los intensos nueve años al frente de la Orquesta de Bilbao. Ese bagaje sumado a mi carácter latino y mi inclinación natural a entregarme al máximo me permitieron entrar con muy buen pie y, como allí hay mucha comunicación entre los mánagers, una orquesta me llevaba a la otra. Es así como entras en el circuito de las top: Boston, Nueva York, Los Ángeles, Filadenfia...

P.- ¿Hasta cuándo se ve aguantando el ritmo de la BBC Philarmonic?
strong>R.- El año que viene será el séptimo año con ella. Hemos hecho de todo juntos. Creo que hace falta cambiar, encontrar nuevas sensaciones. Es algo positivo para ambos, director y orquesta. Quizá sea el momento. En cada país las orquestas tienen su propia personalidad y para un director es muy interesante empaparse de cada una de ellas. Mira a Blomstedt, que con sus 90 años no para de aprender y cambiar. Tengo ganas de afianzar mi relación con las orquestas alemanas y las escandinavas.

El próximo año es el séptimo con la BBC Philarmonic. Quizá sea el momento de cambiar. Pero no me planeto dirigir la OCNE"

P.- Creo que también ya está un poco cansado de tantos sándwiches...
R.- (Ríe) Ya sabe que como en España no se come en casi ningún sitio. Aunque yo me acostumbré hace ya muchos años, en mi época en Múnich, cuando no tenía dinero, a hacer un desayuno fuerte con el que poder tirar todo el día. Luego hago almuerzos y cenas ligeros. Pero cuando la compañía es buena me salto esa costumbre, por supuesto.

P.- Después de dirigir la BBC, cualquier otra orquesta le va a parecer un balneario, ¿no?
R.- (Ríe) La verdad es que no creo que haya una orquesta que siga ese ritmo tan trepidante. Pero yo soy insaciable: siempre intento mejorar e ir más allá. Recuerdo cuando estuve con la Filarmónica en Oslo haciendo La Valse de Ravel. No sabía que ellos la habían grabado y la habían llevado en gira por un montón de países. Nada más comenzar los ensayos ya sonaba maravillosa pero yo no dejaba de ver detalles que se podían mejorar. Y ellos acabaron descubriendo nuevos sentidos de la partitura. La música es una veta sin fin, porque cada momento es diferente. Para convertir en gran arte el material que manejamos hay que dedicarle mucho tiempo compartiéndolo, conversando, probando...

P.- Algunos le ven asumiendo la titularidad de la Orquesta Nacional. Se basan en algunos detalles: hace poco le nombraron director asociado, a Afkham se le acaba el contrato en breve y muchas orquestas le tienen el ojo echado... ¿Tienen fundamento estas conjeturas?
R.- Entiendo que a mucha gente le entretiene hacerlas pero no es mi planteamiento. La Orquesta Nacional está haciendo un gran trabajo con Afkham y sus músicos le quieren mucho. En mi primera época con la BBC Philarmonic no tuve contacto con ella. Ahora, al volver, me he encontrado un grupo receptivo y que quería mejorar. Me agradó muchísimo y por eso le estoy dedicando dos o tres semanas cada temporada, haciendo algunas grabaciones. Hay una buena comunicación, sin la cual no estaría con ella. Yo contribuyo a construir la mejor orquesta posible, sin especulaciones de otro tipo, porque, para mi, dirigir es dar, dar y cuando crees que lo has dado todo, volver a dar.

@albertoojeda77

Imperdibles de los Proms 2017

El maestro William Christie comparece este año en el Royal Albert Hall flanqueado por el coro y la orquesta de Age of Enlightment. En atriles una 'versión original' (de 1739) de Haendel. Buen gusto, elegancia y rigor garantizados. 1 de agosto.

Esa-Pekka Salonen celebra el 70° cumplaños de John Adams interpretando su sinfonía Naive Sentimental Music, que le dedicó a él mismo. Dirige una formación de la casa: la Philarmonia Orchestra. 2 de agosto.

El 3 de agosto toma la batuta todo un sir: John Eliot Gardiner. A sus órdenes, dos conjuntos fundados por él: el Coro Monteverdi y los English Baroque Soloists. Conmemora los 500 años de la reforma protestante, con dos cantatas luteranas de Bach.

Javier Perianes no faltará en el desenfadado festival londinense. Llega con partituras de Sibelius y Saint-Saëns bajo el brazo. Su concierto lo remata con la Sinfonía n° 8 de Elgar, que Anthony Payne 'cosió' tras la muerte del compositor inglés. 22 de agosto.

El otro protagonista español será Pablo Heras-Casado. Para su visita a la capital británica se ha rodeado de la dinámica Orquesta Barroca de Friburgo, con la que tiene gran sintonía, acreditada en varios discos. En Londres les une Mendelssohn. 3 de septiembre.