Lee Ranaldo. Foto: Kelly Jeffrey.
Hace años que el cofundador de Sonic Youth quería grabar un disco en solitario. Al final Lee Ranaldo ha sucumbido a la amistad en Between the Times and the Tides, donde el pop y el rock salen a su encuentro.
Los miembros de la banda estadounidense Sonic Youth siempre han compaginado proyectos personales con sus obligaciones como grupo. Así, Steve Shelley se prodiga como batería en varias formaciones; Kim Gordon hace sus pinitos en el arte visual y en el mundo de la moda; Thurston Moore tiene su propio sello, lidera otra banda, escribe poesía... ¿Y Lee Ranaldo? Pues bien, entre las muchas tareas que ocupan últimamente al guitarrista y vocalista, cofundador del grupo, encontramos su primer disco de canciones, que se publica el 20 de marzo. Between the Times and the Tides (Matador Records) abarca un amplísimo paisaje sonoro, toda una declaración de intenciones con la que Lee Ranaldo (Nueva York , 1956), que actuará con su banda en el Primavera Sound de Barcelona, confiesa su pasión por la música de los 60 y 70.
-¿Qué ha querido decir exactamente con Between the Times and the Tides [Entre los tiempos y las corrientes]?
-Es una frase que aparece en una de las canciones del disco, Xtina As I Knew Her. Creo realmente que estamos atrapados entre los límites del pasado y del futuro; entre los tiempos modernos y el curso de la historia; entre la sociedad de la información tecnológica y el avance de la naturaleza. Aunque el título está abierto a cualquier tipo de interpretación.
-Hace años que quería grabar un disco acústico en solitario con el que poner a prueba su faceta de cantautor. No es el caso de Between the Times and the Tides, en el que terminan predominando el pop y el rock. ¿Qué le ha impedido hacerlo?
-En un primer momento tenía la intención de reunir una serie de canciones que había escrito para grabar en acústico. En 2010 empecé a trabajar algunas demos en el estudio de Sonic Youth. Luego un par de canciones parecían pedir una batería, así que llamé a Steve Shelley y, antes de que pudiera darme cuenta, Irwin Menken ya estaba tocando el bajo y había un puñado de canciones colaborativas en marcha. Entre los tres grabamos ocho canciones y luego añadimos las partes de otros músicos. Alan Licht, Nels Cline, John Medeski, Jim O'Rourke... Fue un proceso divertido, espontáneo y orgánico.
-No hay disco de Sonic Youth que no tenga su propia Lee song. ¿Cómo están planteadas aquí las canciones?
-Para mí es fundamental cantar, ya sea como vocalista principal o apoyando en los coros. Disfruto de bandas como The Beatles, The Grateful Dead, Crosby, Stills o Nash & Young, donde varias voces se encaraman al micrófono. Inicialmente me planteé hacer algo más personal, en la línea de Joni Mitchell, Leonard Cohen, Chan Marshall, Bill Callahan... Un disco así te exige tomar distancia de las distracciones, algo que no había podido hacer hasta ahora.
-¿Cómo fue trabajar con Alan Licht fuera del ámbito de la improvisación?
-Nunca habíamos tocado rock juntos. Es un guitarrista formidable, cuyo estilo marca el tono de este trabajo.
-Artista visual en sus comienzos, ¿dónde quedan hoy los límites de su vocación?
-Llegué a Nueva York decidido a pintar pero le dedicaba más tiempo a la guitarra eléctrica que al pincel (Risas). Durante mi carrera he trabajado en muy diferentes disciplinas, como el cine, la literatura, las artes visuales, el arte sonoro... Me gusta pensar que existe un diálogo entre ellas. Por un lado todas vienen de una misma persona pero, por otro, no siempre es fácil trazar una línea que las una. Tampoco es algo en lo que me empeñe. Me limito a seguir mis impulsos.