Música

Juan Manuel Cañizares

“He sido rigurosamente fiel a la Iberia de Albéniz”

22 marzo, 2007 01:00

Juan Manuel Cañizares

Frente a los que han repetido hasta la saciedad que la Iberia de Albéniz sólo puede ser comprendida al piano, durante años muchos compositores han asumido el reto de afrontar su orquestación. Ahora, el magnífico guitarrista Cañizares riza el rizo intentando trasladar las doscientas treinta cuerdas del gran piano de cola a las seis que dispone su guitarra. El artista habla con El Cultural de las múltiples dificultades que reviste.

La actitud musical de Juan Manuel Cañizares (Sabadell, 1966) es tan diversa como su propia trayectoria artística, que comenzó en su misma casa con los sonidos de la guitarra de su padre, un andaluz emigrado a Cataluña, y continuó en los conservatorios de Sabadell, Tarrasa y Barcelona hasta ganar el Premio Nacional de Guitarra de Jerez con sólo dieciséis años. Ahora publica su versión de la Suite Iberia, de Isaac Albéniz.

Cañizares, que por encima de todo se considera un guitarrista flamenco, afirma que, excepto Evocación y Lavapiés, el resto de la Suite Iberia está sugerido por ambientes andaluces. Por ejemplo, Málaga se construye sobre una estructura parecida a la rondeña. La Suite está impregnada de melodías, cadencias y giros flamencos, tanto es así que al hacer un estudio profundo de la obra, parece que está escrita pensando en un guitarrista, donde encuentras formas de soleá por bulerías o de tanguillos gaditanos".

Espíritu flamenco
-¿El hecho de trasladarla del piano a la guitarra ha acentuado ese espíritu flamenco?
-Sí, concretamente en El Albaicín hay un cierre por soleá, que me recordó a Sabicas, donde, a la manera flamenca, golpeo la madera. La experiencia es enriquecedora, aunque siempre teniendo en cuenta cómo se tocaba la guitarra en aquella época y lo que entonces pudo oír Albéniz.

-¿Cuál ha sido la principal dificultad que ha encontrado en el momento de trasladar el discurso pianístico al guitarrístico?
-Técnicamente, la guitarra es un instrumento que mientras más cuerdas al aire tenga es mucho más fácil de tocar. Pero la Suite Iberia no es una obra que simplifique las cosas para la guitarra, porque en las tonalidades de Albéniz no hay cuerdas al aire. Así que ante esta disyuntiva he preferido acatar el tono de la obra, a pesar de las dificultades y las eternas horas empleadas en el análisis armónico y melódico, sobre todo contrapuntístico, ya que en este campo Albéniz era un torbellino. Mi forma expresiva natural es el flamenco, pero toda la articulación de la obra está como en la partitura original.

-¿Entonces, se puede decir que ha sido fiel a la escritura primera de Albéniz?
-Por supuesto. Lo que puede ocurrir es que mi forma de interpretarla no sea exactamente igual a como la concibió Albéniz en algunos pasajes ¡Ojalá estuviera vivo para saber su opinión! Pero sí te puedo decir que siempre he respetado con rigurosidad las notas que estaban en el pentagrama.

-¿El lenguaje de la guitarra y su sonido cambian de alguna manera el carácter de la Suite, concebida originalmente para piano?
-En realidad una partitura no te indica cómo tienes que tocarla. Te señala la notación y luego tú, por las peculiaridades rítmicas, te vas dando cuenta de que el autor pensaba en un verdial o en unos tanguillos. Yo no me he planteado tocar la Suite como un pianista clásico, sino como un guitarrista flamenco. Son distintas visiones de una misma obra.

La guitarra con mayúsculas

Diez años recorriendo junto a Paco de Lucía los escenarios de medio mundo, la publicación de tres discos -Noches de imán y luna; Isaac Albéniz, sonatas nº 3 y 5; Punto de encuentro- , varias obras para el Ballet Nacional de España, giras internacionales con el guitarrista clásico José María Gallardo del Rey, bandas sonoras para películas, aparición junto al mítico Leo Brouwer en el Festival de Guitarra de La Habana o el nombramiento de Profesor de Guitarra Flamenca en la Escuela Superior de Música de Cataluña, son algunos de los momentos más significativos en la fulgurante carrera de este creativo compositor y brillantísimo intérprete.