Un momento de I'll Be Your Mirror de Manuela Barrero

Chevy Muraday, Manuela Barrero, Alberto Velasco y la mismísima Compañía Nacional de Danza pasarán, hasta el 21 de mayo, por el Teatro Pavón Kamikaze dentro del ciclo Desembarco de la Danza. Este viernes, 12, le toca el turno a la compañía ‘dlcAos' con las intensas micropiezas llamadas I'll Be Your Mirror.

"Es una necesidad que teníamos de abrir las puertas a la danza con la intención de que este teatro sea casa del baile también", asegura Miguel del Arco, director artístico del Pavón Kamikaze. "Más que en un festival de danza, en una declaración de intenciones. La danza desembarca en el Pavón Teatro Kamikaze para quedarse", añade rotundo. Estos días, y hasta el 21 de mayo, estarán a los mandos de ese laboratorio que es el nuevo Pavón grandes nombres de la danza como Lucas Condró, Antonio Ruz, Chevi Muraday, Manuela Barrero, Alberto Velasco y José Carlos Martínez. Tras ellos, todos sus cómplices y compañías... Cinco espectáculos en total integran este Desembarco de la Danza que nace "con el anhelo de que la próxima temporada (y la siguiente, y la siguiente...) se haga fuerte en la programación y convierta este teatro en su casa natural".



Este domingo 14 tendrá lugar el estreno absoluto de I'll Be Your Mirror, coreografiada y dirigida por una de las grandes protagonistas del ciclo, Manuela Barrero. Tras trabajar durante 10 años como intérprete y asistente de dirección en el equipo artístico de la compañía Losdeade (que en este mismo festival celebra sus 20 años junto a Chevy Muraday con el montaje Marikón, ¡esto acaba de empezar!), Barrero comienza su trayectoria como creadora independiente fusionando su carrera en el mundo de la danza con su formación y especialidad en arte contemporáneo. Así, en 2016 funda y dirige la compañía dlcAos, un proyecto en el que une el trabajo de diferentes disciplinas artísticas y expresivas.



I'll Be Your Mirror es la suma de una serie de pequeños silencios, pequeñas piezas realizadas en el último año por la compañía dlcAos en las que han ido apareciendo personajes que cuentan su historia y sus puntos de apoyo para mover mundos propios. “El montaje muestra cómo el ser humano vive en eterna búsqueda de lo verdadero y se hace dependiente de lo más inverosímil para salvarse cuando el camino se hace duro”, explica la también coreógrafa. “Los personajes se encuentran mientras esperan un milagro. Con el tiempo, quizá lleguen a la conclusión de que no consideramos la diferencia como una consecuencia lógica de la necesaria diversidad”.



El objetivo que une a la los personajes, inspirados en textos de Barrero y de diferentes autores como Chantal Maillard, Jean Cocteau, Pascal Quignard, Samuel Beckett, André Gidé o Jean Baudrillard, es esa búsqueda de un sentido. “En la construcción de los personajes tengo siempre presente el concepto de soledad en su sentido más amplio, soledad como una grieta diminuta por la que se cuelan los abismos más inmensos”, apunta. Los libros, síntesis de equilibrio, son huella y compendio de un ‘emocionario' general. “Se encuentran en un universo de libros escritos para ser comidos y devorados, porque la verdad está entre las páginas contenida en pequeñas dosis. Abarcar, devorar para saber, comprender y defender una realidad hermosa”, asegura Barrero.



¡En la mismísima inopia!

El lunes, 15, le llega el turno a Alberto Velasco, que presentará por primera vez La inopia. Coreografías para un bailarín de 120kg, una pieza dinámica con espacio para la diversidad de estilos. En este solo, el cuerpo de Velasco funciona como vehículo expresivo, como una ventana abierta de posibilidades para un público acostumbrado a ver otros cuerpos en espectáculos de danza al uso. El espectáculo está integrado por coreografías de Sol Picó, Chevi Muraday, Daniel Abreu, Carlota Ferrer, Vero Cendoya y Carmelo Segura. “Todos los coreógrafos que están invitados a participar en La inopia tienen piezas en las que yo me he quedado absorto, petrificado, conectado… ¡En la mismísima inopia!”, reconoce el bailarín. “Son creadores que han roto barreras y abierto nuevos horizontes”.



Como cierre, entre los días 19 y 21, tendrá lugar la participación de la Compañía Nacional de Danza con CND a la carta, un espectáculo interactivo que permitirá a los espectadores elegir las coreografías que deseen ver guiados por Miren Ibarguren. Las opciones del menú van desde los sabores más clásicos, con extractos de las grandes obras del repertorio clásico, a los creadores contemporáneos, pasando por ‘cocina' creativa experimental y de fusión. Passing Time, Yellow Place, El corsario, El cisne, La Rosa Malade, La favorita, Romeo y Julieta, Giselle o Cisne negro serán algunas de las piezas a elegir.Todas ellas pondrán al Pavón en danza.