¿Qué libro tiene entre manos?
Mara i Dann, de Doris Lessing, Mujeres invisibles para la medicina, de Carme Valls, y Szymborska siempre.
¿Qué le hace abandonar la lectura de un libro?
Que me parezca pedante. Que me aburra soberanamente.
¿Con qué personaje le gustaría tomar un café?
Marie Curie. Su atrevimiento y tesón en el desarrollo de su investigación, como científica y como mujer, en aquellos años, me parece extraordinaria. Y quisiera saber su opinión sobre el uso que se ha hecho de la radioactividad en determinados campos.
¿Recuerda el primer libro que leyó?
El libro de hadas de Arthur Rackham. Un volumen de cuentos tradicionales ilustrados por el genial dibujante. La impresión que me produjo es que pesaba mucho y que lo quería leer una y otra vez.
¿Cómo le gusta leer, cuáles son sus hábitos de lectura?
Siempre en papel. Por la noche y ocasionalmente por la tarde. En verano también en la playa.
¿Qué acontecimiento cultural le hizo cambiar su manera de ver el mundo?
El año 68 en general. El mayo parisino me golpeó la conciencia… también supe del festival de la isla de Wight; tenía 14 años y mi plácida infancia empezaba a mezclar sus aguas con una adolescencia algo más turbulenta.
¿Qué ha descubierto en el Lliure con I només jo vaig escapar-ne [Escaped Alone], de Caryl Churchill?
La bárbara contemporaneidad de esta dramaturga. El dedo en la llaga de un aparente progreso que nos conduce a abismos terroríficos. Lo adormecidas y conformadas que están nuestras conciencias.
¿Qué le está dejando su experiencia con Pedro Páramo?
Conocer la obra de Juan Rulfo. El desafío que emprendimos todo el equipo para servir dramáticamente un texto tan complejo ha sido un camino muy enriquecedor.
¿Se ha “enganchado” a alguna serie?
No tengo plataformas, sólo veo lo que programan en los canales abiertos. Me ha gustado mucho Years and years. La narrativa contemporánea se adapta muy bien a este formato. Y habrá de todo: maravillas y birrias.
¿Qué tipo de música escucha y en qué soporte?
Cd y vinilo, que conservo. Me gusta la canción francesa, música clásica, blues, jazz, ópera… Soy devota de la Callas. Gran maestra.
¿Le importa la crítica, le sirve para algo?
A veces me ha dolido alguna injusticia hacia el trabajo de algún compañero o compañera. Pero nunca renuncio a leerlas.
¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?
De Sorolla, Sargent, Zurbarán, Zuloaga, Antonio López, Chagall, Anglada Camarasa… Pero tengo muchos cuadros de Pi Piquer y estoy muy bien acompañada.
¿Qué libro le recomendaría al presidente del gobierno en estos momentos?
Poemas y Canciones, de Bertolt Brecht.
¿Y al de la Generalitat?
Poemes i Cançons, de Bertolt Brecht.
¿Le gusta españa? Denos sus razones
¡Qué pregunta tan rara! Me gusta por su diversidad y riqueza cultural y geográfica, sus gentes, su solidaridad… lo que no me gusta son algunos españoles (y españolas): los irrespetuosos con las lenguas y culturas distintas del castellano, los centrípetas, los codiciosos, los violentos, los abanderados de una patria anacrónica y trasnochada que estrangula las mejores voluntades de entendimiento y avance social.
¿Qué medida urgente tomaría para superar la actual crisis del sector cultural?
Que los centros públicos programen obras de teatro con un amplísimo elenco de intérpretes para dar trabajo a mucha gente y paliar el descalabro que ha sufrido el sector. Y que hagan giras por todo el territorio: son teatros públicos y tod@s los contribuyentes los pagan y tienen derecho a asistir como público.