Imagen de classical.net, donde está alojada la nueva edición de Iberia
Poco después de terminar Jerez, Isaac Albéniz murió, en mayo de 1909. La partitura formaba parte de su obra cumbre: Iberia, compuesta por cuatro cuadernos y 12 piezas inspiradas en el acervo cultural español y en las que se cruzaba el patriotismo con el modernismo. La muerte impidió al compositor catalán revisar con detenimiento sus composiciones para legar a la historia de la música una edición a la altura de su ambicioso trabajo. Es seguro que escudriñó el primer cuaderno y tal vez el segundo. Lo demás quedó como en el manuscrito: con cientos de notas apelotonadas en los pentagramas (seña característica de su escritura).De ese documento original, además, se hizo una plancha que es la referencia original en la que se han basado el resto de ediciones posteriores. "El problema es que está llena de erratas y de notas falsas", explica el pianista Luis Fernando Pérez, que se ha ocupado de repasarla de nuevo para entregar a los pianistas contemporáneos una herramienta más clarificadora de la pieza de Albéniz. Ha trabajado por encargo de la Fundación Albéniz, presidida por Paloma O'Shea, y con la asesoría de un comité formado por el compositor Tomás Marco, el musicólogo estadounidense Walter Aaron Clark, las pianistas y pedagogas Carlota Garriga y Marta Zabaleta, continuadoras de la labor de Alicia de Larrocha en la Academia Marshall de Barcelona. Desde dentro de la institución han prestado su apoyo Álvaro Guibert (director de contenidos) y Cristina Pons (directora de publicaciones).
El resultado de su labor en estos últimos meses está colgado en la web www.classicalplanet.com. Ahí está alojada la nueva edición Urtex (confeccionada a partir de la original) y al mismo tiempo revisada. Accesible para todo el mundo que tenga interés en estudiarla. Un par de clicks y el documento puede ser impreso (el papel todavía hoy es fundamental para los intérpretes, hasta que los atriles electrónicos alcancen la madurez necesaria para resultar eficaces). Y sin ningún coste, algo que agradecerán los músicos de bolsillos menos solventes. Luis Fernando Fernando Pérez ha incorporado también indicaciones sobre los arreglos que él recomienda, aunque advierte que tan sólo tienen un carácter orientativo y una vocación utilitarista.
Para abordar esas encrucijadas que abren las piezas de Albéniz en el portal didáctico habilitado por la fundación, se encuentran otros materiales especialmente reveladores. Como las clases magistrales grabadas en vídeo que imparte Alicia de Larrocha a sus alumnos de piano de la Academia Marshall. Matices, detalles, modulaciones, actitudes y aptitudes son desgranadas por la magistral pianista barcelonesa. Y la conferencia ofrecida por el crítico Enrique Franco en Santander en 1982, en la que analizaba exhaustivamente su relevancia para concluir: "Iberia es el gran poema de la música española". Una evocación de esencias identitarias de nuestra nación (sobre todo de Andalucía) traducidas a música por Albéniz. Un tour de force para todo pianista.