Bob Dylan empuñando su Fender Stratocaster en 1965.
El 25 de julio de 1965, Bob Dylan cambió los esquemas de la música folk norteamericana. Fue en el Festival de Folk de Newport, donde el trovador de Minnesota incorporó por primera vez una guitarra eléctrica en su carrera profesional. Aquello disgustó a muchos de sus seguidores, que vieron en su "electrificación" una transgresión injustificada de las raíces clásicas del folk, e incluso se oyeron abucheos en aquella actuación, que solo duró tres canciones, pero aquello marcó un antes y un después en la concepción de la música popular estadounidense.Ahora, esa guitarra, una Fender Stratocaster -el modelo que ha servido hasta hoy como estándar en el diseño de guitarras eléctricas, junto con la Les Paul-, se ha subastado en Christie's por nada menos que 965.000 dólares (800.000 de puja más impuestos y comisiones), unos 700.000 euros, una cifra que supone "un nuevo récord en la subasta de una guitarra", según el especialista de la casa de subastas Tom Lecky. El precio final ha sobrepasado con creces las estimaciones, que se situaban entre los 300.000 y los 500.000 dólares.
La guitarra fue abandonada por Dylan en un avión privado junto a cinco letras de canciones manuscritas, que también han sido subastadas. La hija del piloto de aquel avión fue quien puso los artículos a subasta.
El ejemplar de Fender Stratocaster subastado tiene un clásico acabado "sunburst", y viene acompañada por su funda original y una correa de cuero. El anterior récord de subasta de una guitarra lo batió Eric Clapton con otra Stratocaster en 2004.