Las actrices Sara Nieto y Yolanda Eyama en el Decamerón negro
Erotismo, tradición oral, danzas de ida y vuelta, deseo... África. Todo esto y más está incluido en el 'Decamerón negro' que L'Om Imprebís lleva a los Teatros del Canal.
Los trabajos del antropólogo alemán del siglo XIX Leo Frobenius recopilados en El Decamerón negro -que en 1925 avanzó la Revista de Occidente de Ortega y Gasset y que hace unos meses editó Ediciones del Viento- se materializan ahora sobre un escenario gracias a un riguroso trabajo que recoge las increíbles historias de amor y caballería de la literatura oral africana. "Partimos de estos relatos ancestrales para comprobar que, aunque nacidos en África y como los seres humanos, se expandieron por los cinco continentes, por lo que incorporamos relatos de Latinoamérica, Europa o Asia que dan origen al encuentro, a la fiesta.
La fiesta como renovación del ciclo vital y como sinónimo de felicidad - explica Santiago Sánchez a El Cultural-. Cuando estamos felices, cantamos, bailamos, nos abrazamos... Y la forma más íntima de abrazo y de baile es el encuentro sexual. Por tanto, otro elemento es el canto y la danza". Sánchez precisa que estos cantos y bailes originales en fang, bambara o wolof saltaron el océano y de África llegaron a lugares como Cuba, país representado en el elenco del Decamerón negro junto a Guinea, Angola y España.
Además de Leo Fronebius, por las venas abiertas de este montaje circulan las recopilaciones de Blaise Cendrars en su Antología Negra, el L'arbre à soleils y Le livre des amours de Henri Gougaud, o El círculo de los mentirosos de Jean Claude Carrière. "Indudablemente -reconoce Sánchez- son obras de un gran valor antropológico, aunque no creo que fuera un espíritu científico lo que guió a sus autores sino la admiración y la emoción que despiertan todas esas narraciones".
Tanto Sánchez como Kouyaté parten de estos primeros relatos para ir encontrando otros similares en Shakespeare, Quevedo o Lope hasta llegar a los narradores contemporáneos o a los refraneros de nuestros abuelos. Para reforzar el mensaje de este festivo y sensual Decamerón negro Kouyaté ha volcado todos sus conocimientos del tema gracias a su condición de griot africano, un maestro de la palabra encargado de conservar la tradición a través de la memoria. "Nos encontramos, por tanto, ante alguien que conoce de primera mano los mecanismos de estas historias", sentencia el director de L'Om Imprebís.